MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
El escritor peruano Jaime Bayly recupera en su nueva novela 'El niño terrible y la escritora maldita' (Ediciones B) la autoficción al contar su historia de amor con su nueva novia y toda la polémica que ha rodeado a esta relación.
Bayly, quien ha reafirmado en una entrevista con Europa Press su "fascinación" por el género autobiográfico, reconoce que no se siente un escritor "de primera división", pero insta a otros escritores y críticos a que le "dejen tranquilo". "Sé que soy un escritor sospechoso, pero no aspiro a mucho más", ha indicado.
"Sé que no soy Vargas Llosa, sé que no soy un gran escritor, pero no por eso voy a dejar de escribir, porque no podría vivir. Soy medianito, pero a ver quién le dice a los jugadores de segunda división que no celebren un gol cada vez que marcan porque no es para tanto, que hay otros mejores", ha ironizado.
Finalista del premio Planeta en el año 2005 --con una decisión cuestionada por el entonces miembro del jurado Juan Marsé--, Bayly es una figura mediática gracias a su presencia en varios programas de televisión en países latinoamericanos.
En Perú le suele acompañar cierto revuelo con la publicación de historias como la de 'El niño terrible y la escritora maldita', en la que cuenta sus intimidades familiares sin pudor, y que previamente va desvelando en algunas columnas de periódicos --que en esta novela ha decidido incluir porque "influenciaban a las personas que aparecen en ella"--.
"El autorretrato no me interesa si uno aspira a embellecerse en él, te tiene que rebajar y deformar. Tienes que contar todas tus miserias y eso hago aquí, donde cuento una historia de amor infeliz y trágica, porque tengo un hijo pero a la vez pierdo a mis dos hijas de mi pareja anterior", ha señalado.
LOS "SAQUEOS" EN LAS RELACIONES
La escritora maldita de la que habla esta obra es Silvia del Arco, su actual pareja treinta años más joven que Bayly. El autor utiliza un pseudónimo al que añade únicamente una 'ese' --Jaime Baylys-- para introducirse en una historia que relata la separación del autor peruano de su familia.
"De todo lo que duele escribir sobre uno mismo, quizás aquí el conflicto más doloroso haya sido el distanciamiento con las hijas", señala Bayly, quien no obstante se siente más "aliviado" porque ellas "no leen" sus libros.
Preguntado sobre la necesidad de contar intimidades de sus parejas, Bayly se ha defendido asegurando que "una historia de amor tiene muchos relatos" y, por lo tanto, para aquellos que salen en sus relatos "el único derecho que tienen es el de no leer" lo escrito. "Claro que hay quien se sienta saqueado, pero existe una cosa que se llama libertad artística", ha matizado.
LAS COPAS EN LA FIESTA
En cualquier caso, es consciente de que esta afición a desvelar intimidades --"no sé escribir de otra manera", ha afirmado-- le causa numerosos problemas. "Ya no me invitan a ninguna fiesta, ni siquiera al 80 cumpleaños de Vargas Llosa", ha bromeado el autor de 'El canalla sentimental'.
Por el contrario, ha criticado a aquellos autores que prefieren "escribir sobre lo que no conocen" o incluso hablar de lo que conocen "a medias". "Algunos se van aburguesando, se preocupan mucho por ser amigos de jefes de Estado, Reyes...y les interesa más estar en la foto que contar quién se pasó de copas. A mi no me pasa eso", ha concluido.
