Javier Gomá: "La capacidad de escándalo de la sociedad ha demostrado ser alta"

Javier Gomá
EUROPA PRESS/DIPUTACIÓN
Actualizado: lunes, 8 diciembre 2014 18:55

MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

"La capacidad de escándalo de la sociedad ha demostrado ser alta", ha manifestado el filósofo Javier Gomá, actual director de la Fundación Juan March, que ahora publica 'Tetralogía de la ejemplaridad' (Taurus), con la que reúne las cuatro obras que ha realizado durante tres décadas.

Según ha explicado durante una entrevista concedida a Europa Press, este proyecto, que reúne las obras 'Imitación y experiencia',
'Aquiles en el gineceo', 'Ejemplaridad pública' y 'Necesario
pero imposible', es "más importante que una mera reedición", porque "hace visible la unidad de un proyecto".

Gomá ha señalado que con esta publicación termina una etapa y, aunque continúa ofreciendo conferencias, en sus "aguas subterráneas" se está preparando algo distinto, una voluntad por indagar cuyo motor se encuentra en la "vocación".

Precisamente, el filósofo, que se define como una persona de "vocación muy temprana y muy violenta, aunque de maduración muy tardía", dedica a este asunto la última parte de este volumen, un capítulo titulado 'Raptado por las musas. Ensayo de una vocación literaria'.

"Después de haber escrito cuatro libros quería explicar al lector cuál era esa sensación de experiencia vital, ese fenómeno extraño que te moviliza por dentro y que te lleva a dedicar los mejores años de tu vida a algo que nadie te pide, ese es el fenómeno de la vocación", ha indicado a este medio.

Preguntado por su grado de satisfacción al cerrar esta reflexión sobre la ejemplaridad, Gomá indica que aunque sabe que domina "una visión romántica y torturada de la relación del escritor con su escritura", ese no es su caso. "Oigo todo el rato a escritores que tienen un concepto tan subidísimo de la literatura, casi místico, dicen que ellos no terminan los libros sino que los abandonan", destaca el filósofo, quien añade: "No digo que sea perfecto, en absoluto, digo que expresa perfectamente lo que quería decir".

A su juicio, la filosofía es un "género literario" y el "consenso" es el laboratorio de la literatura. Según indica, le gustaría crear una obra que tuviera esa "verdad poética", que realmente fuera "luminosa", que tuviera "la perduración que tiene lo literario, la vida de esta generación y la de muchas".

ESCÁNDALO: SOCIEDAD VIVA

Tal y como ha indicado en varios artículos y como ha señalado en esta entrevista, la ciudadanía en general ha tenido un "corazón educado" y, sin embargo, una "visión tendencialmente inculta", algo que reprocha al "estamento intelectual, que en épocas de prosperidad se ha movido por alegría acrítica y en épocas de crisis ha acentuado la angustia y la desesperación de la gente", cuando, en su opinión, "la misión es justo la contraria: en épocas de prosperidad llamar a la prudencia, a la crítica y a la moderación, y en épocas de crisis ofrecer una razonada esperanza, no voluntarista".

Una de las lecciones que se ha aprendido tras la crisis es que "aunque el estamento intelectual llamaba a la angustia, al final el corazón de la gente, de su comportamiento práctico, ha sido muy civilizado". "La ciudadanía intuye, aunque no lo diga, que es verdad que hemos almacenado muchos bienes", subraya.

Preguntado por el escándalo que producen las noticias de corrupción, especialmente en política, Gomá considera que esa crispación es buena, porque indica que "el ideal de la ejemplaridad está muy vivo en la conciencia de la gente". "Si la ciudadanía piensa que la corrupción está institucionalizada y que forma parte del juego, esa sociedad está adormecida. Sin embargo, el escándalo indica que el nivel de exigencia moral de la sociedad es alto, porque escandalizarse es observar la distancia que hay entre la realidad y el ideal" ha dicho.

Respecto a la política cultural del Gobierno, Gomá ha señalado que
"en una época de crisis en la que hay que devolver una deuda muy grande", si se pone en los zapatos del político entiende que la devolución de los "intereses de la deuda" o el "pago de las pensiones o de la sanidad" tiene "prioridad". "Aún cuando pienso que ojalá los políticos desarrollaran un sentido para la importancia de las obras a largo plazo, no solo la inmediatez de la legislatura o del año electoral".

En cuanto a la ley de mecenazgo, que finalmente no tendrá una articulación independiente sino que algunas de las medidas estarán incluidas en la futura reforma fiscal, cree que era "previsible" que en una "época de crisis", en la que el Gobierno está haciendo "esfuerzos por bajar el déficit y devolver una deuda que ya es equivalente al PIB", no se permita a personas detraer una cantidad de los impuestos para dedicarlo a el objetivo que "cada uno quiera".

Además, recuerda que él mismo pronosticó que "muy difícilmente" iba a salir adelante una ley de mecenazgo cuando Hacienda está pidiendo un "esfuerzo" a todos los ciudadanos. "No juzgo ni bueno ni malo, es previsible", apunta y concluye: "Bienvenidas esas desgravaciones, pero no se puede ignorar que si han hecho eso y han asumido el desgaste es porque quieren ahorrarse el dinero"