Jordi Soler: "Soy un escritor de oído, si no me gusta como suenan mis páginas no las doy por buenas"

Ese príncipe que fui
ALFAGUARA
Actualizado: martes, 20 enero 2015 19:15

MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

"Soy un escritor de oído, si no me gusta como suenan mis páginas no las doy por buenas", ha manifestado el escritor Jordi Soler, quien acaba de publicar la novela 'Ese príncipe que fui' (Alfaguara), en la que el autor, nacido en México y residente en España, traza un puente entre ambos países con una historia real en la que cuesta encontrar la ficción.

El protagonista de esta historia es Kiko Grau, un heredero del imperio azteca que se introduce en la alta burguesía de Barcelona, en pleno periodo franquista. Tiempo atrás, en el siglo XVI, una hija de Moctezuma fue raptada por un noble español que la llevó hasta un pueblo remoto del Pirineo, y fue precisamente este hecho lo que atrajo al autor, según ha explicado durante una entrevista concedida a Europa Press.

"En un pueblo de cuatro casas vi en una parroquia una placa de acero que advertía sobre la muerte de la princesa en aquel lugar y me pareció que era una historia que había que contar", ha dicho.

Este hecho, "rigurosamente histórico", y la "irrupción del heredero" en la ciudad condal fueron las dos piezas a partir de las cuales Soler comenzó a tejer una historia llena de delirio y picaresca.

Su interés siempre fue que esta narración pudiera leerse como "una historia real", pero el propio autor reconoce que después de escribir esta novela, "a caballo entre la realidad y la ficción", no sabe qué ha pasado y qué ha inventado.

Soler describe al protagonista de esta novela como un hombre de la "oscura Barcelona" , un exalumno de Oxford, el más moderno de Barcelona, que parecía una estrella de rock en aquella época, el rey de las fiestas que incluso iba a los festejos de Franco en Madrid.

El autor de 'Ese príncipe que fui' confiesa que ha conectado con su personaje por su "rareza", así como por sus orígenes: "Tengo un pie en cada lado del mar. Nací en México, pero vengo de una familia que nació en Barcelona. Es una ida y vuelta entre América y España, la mía, que consonó mucho con la ida y vuelta de este personaje".

De hecho, Soler se considera "un paréntesis mexicano" en su saga, quien hace más de diez años que vive en Barcelona, un lugar que se ha convertido en su ciudad y que lo ve como el cierre a un círculo en su biografía y su historia familiar.

AUTOEDICIÓN: SALVAVIDAS

Preguntado por la autoedición, a la que el autor ha recurrido en alguna ocasión, Soler lo considera un "salvavidas" si lo que se busca es "hacer pública una obra". Sin embargo, su experiencia en la autoedición le llevó a darse cuenta de dos cosas: "En el mundo en español se sigue dependiendo del papel porque lo que se puede vender en formato electrónico es de momento residual; y hace falta la figura del editor antes de publicar un libro".

En este sentido, indica que "la conversación con quien se hace responsable de tu obra es una conversación que es muy valiosa, termina enriqueciendo la obra y orienta". En cambio, cuando se realiza en solitario un proceso, se echa de menos la "presencia" de un editor, "otro punto de vista ajeno al mundo de la novela".

Soler es autor también de dos libros de poesía, algo que podría estar relacionado por su objetivo de musicalidad en sus narraciones, por el "arte literario que está más cerca de la música". Aunque sigue escribiendo poesía, afirma que después de tantas novelas siente "pudor" y por ello no publica desde hace doce años.

En su opinión, el terreno poético es "más íntimo e ingobernable". Mientras que en las novelas no hay coma que se escape, "en poesía todo es más etéreo y no se puede planificar". "De pronto pasan varios días sin que visite la poesía, me siento sin control sobre el arte, me vuelve pudoroso", ha dicho.

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