BARCELONA, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 dejaron huella en la ciudad, en la sociedad catalana, española y en el mundo pero también en sus deportistas y voluntarios gracias a sus recordadas y aplaudidas ceremonias, el encendido del pebetero con la llama olímpica a cargo del arquero paralímpico Antonio Rebollo, la omnipresencia de la mascota Cobi o el concierto final con Los Manolos haciendo más amigos que nunca con los atletas en el escenario.
Uno de los mejores Juegos Olímpicos de la historia moderna no se hacen sólo en base a una buena organización, a tener buenas infraestructuras o a vivir éxitos deportivos. La implicación de la ciudad y su gente, de los deportistas más allá de su competición y dotar a la cita de un gran ambiente contribuyó a crear recuerdos para la posteridad como los siguientes.
La ceremonia de apertura: Con más de 12.000 atletas en el largo y tradicional desfile que abrió Grecia y cerró España, con el ahora Rey Felipe y entonces Príncipe como abanderado, y una audiencia de miles de millones de espectadores, la ceremonia impresionó con el mar mediterráneo de 'La Fura dels Baus' y las voces de Montserrat Caballé o Josep Carreras, junto a la danza de Cristina Hoyos o los 'castells' que precedieron al Himno de la Alegría final y fuegos artificiales.
Encendido del pebetero: Dentro de la ceremonia inaugural, el momento álgido fue el original y único encendido del pebetero del Estadi Olímpic. La llama olímpica, que llegó al estadio tras los tradicionales relevos de la mano del jugador de baloncesto Epi, prendió la flecha disparada por el arquero paralímpico Antonio Rebollo que alcanzó el pebetero e hizo que Montjuïc se viniera abajo cuando prendió.
Récord de medallas de España: Alegría provocaron el total de 22 medallas que consiguió la delegación española, con un total de 13 oros, 7 platas y 2 bronces que siguen siendo el récord absoluto nacional en unos Juegos Olímpicos. Por detrás sólo se acercan las 20 de Atenas 2004 o las 18 de Pekín 2008.
La mascota Cobi: Este 'Gos d'Atura', un perro pastor catalán creado por el diseñador Javier Mariscal, se coló en las casas de mucha gente y se convirtió, pese a un cierto rechazo inicial, en la querida mascota por excelencia de los Juegos. Llaveros, pins, cromos, peluches, camisetas. Pocas fueron las casa en las que Cobi no entró de forma presencial. Por si acaso, la serie de dibujos 'The Cobi Troupe' se coló por la televisión con la otra gran protagonista, Petra, una niña sin brazos que fue mascota de los Juegos Paralímpicos.
'Atletas, bajen del escenario': La ceremonia de clausura la abrió el grupo cómico El Tricicle parodiando un maratón, pero el adiós a unos Juegos inolvidables estuvo marcado por el 'Atletas, bajen del escenario' vociferado en catalán, castellano e inglés por Constantino Romero al final de la ceremonia. Los atletas, eufóricos, subieron al escenario donde Los Manolos, Peret y Los Amaya ofrecían un concierto de rumba para bailar y festejar en el colofón a la cita.
