EDIZIONES, 30 May.
"Esto es increíble: Bebé caminando justo después de nacer". Estas fueron las palabras que Arlete Arantes, una usuaria de Facebook, utilizó para describir la que, sin duda, se ha convertido en una de las imágenes más virales de las redes sociales en estos días: las de un recién nacido sujeto por una enfermera "caminando" sobre la mesa del hospital.
El vídeo se ha reproducido más de 85 millones de veces y se ha compartido más de 1,8 millones en apenas 4 días. Y esto sin contar con las innumerables copias que han ido surgiendo en otras plataformas como YouTube, donde también se han colado entre los vídeos más destacados del momento.
"Impresionante", "increíble", "asombroso", son alguno de los adjetivos usados con mayor frecuencia por aquellos que ya han visto el vídeo. Y no es para menos, la naturaleza es asombrosa, pero no se trata de algo fuera de lo común, sino de todo lo contrario.
Lo que el recién nacido del vídeo hace tiene una explicación lógica y que tiene que ver con una de las reacciones más primarios de los seres humanos: el reflejo de marcha. El reflejo de marcha automática es una respuesta normal en los bebés de esta franja de edad por el cual son capaces de hacer movimientos de marcha en el momento en que sus pies tocan una superficie dura. Con el paso de los meses, este reflejo va desapareciendo.
Además del reflejo de marcha, los recién nacidos responden a otros reflejos arcaicos como el reflejo de búsqueda, de succión, de presión plantar y palmar, el reflejo de moro (o sobresalto), etc. Estos reflejos son utilizados por los pediatras para evaluar el desarrollo del bebé y determinar su estado madurativo para, así, predecir su evolución y desarrollo.
Por último, no está de más aclarar que el reflejo de marcha automática en un recién nacido no es más que una respuesta del bebé al entrar en contacto sus pies con una superficie plana, ayudado en todo momento por una persona que le sostiene por las axilas en posición vertical. Lo que el bebé hace es un movimiento involuntario, un reflejo, que es normal, pero que no debe forzarse de manera constante pues su cuerpo (piernas, columna, etc) no está preparado para caminar tal y como lo entendemos.
