MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
Varios expertos del ámbito de la cooperación internacional al desarrollo y de la educación han hecho hincapié en la necesidad de que la sociedad "conozca" y "se crea" los Objetivos de Desarrollo de la Agenda Post 2015 aprobada en la ONU para "exigir" y "controlar" su cumplimiento por parte de los gobiernos nacionales.
En una ponencia organizada por la ONG Entreculturas en la sede española de la Secretaría General Iberoamericana, la vocal asesora de Políticas de Desarrollo de esta institución internacional Marta Pedrajas ha reivindicado el valor de la agenda para impulsar el desarrollo sostenible a nivel mundial.
"Esta es una buena agenda. Es una gran agenda para el año 2015 que ha sido un año muy difícil y a pesar de todo ha salido una gran agenda de desarrollo con un programa muy potente --ha asegurado--. Se ha negociado mucho y es una agenda aprobada por todos en un debate muy extenso. Nace con una gran fuerza política y casi moral."
Por ello, ha hecho hincapié no solamente en la necesidad de movilizarse sino, primero de todo, "de creerse la agenda", conocerla, trabajarla, explicarla y evitar caer en el "pesimismo". Además, ha subrayado que "los próximos cuatro años serán fundamentales" para enfocar cómo se implantarán los objetivos para los próximos 15 años y ha asegurado que "lo primero que hay que hacer es ir a votar" el próximo mes de diciembre.
En este sentido, la consultora y especialista en cooperación al desarrollo, Gloria Angulo (que ha presentado este viernes el informe 'La educación en el centro. Clave del desarrollo en la Agenda pos 2015') ha hecho una invitación a la sociedad civil a "apropiarse" de la agenda y estudiarla "desde la perspectiva de cada país". "El gobierno se ha comprometido --ha recordado-- tenemos que apropiárnosla, entenderla y ver cómo vamos a demandar su cumplimiento".
Según Angulo, muchos de los "problemas" que aborda la Agenda post 2015 tienen también un ámbito de aplicación en España. Entre estos, ha señalado la pobreza educativa, la desigualdad, una tasa de pobreza y exclusión social (índice Arope) del 35% y el abandono escolar temprano, entre otros.
Por ello, ha abogado por "establecer alianzas entre las organizaciones que trabajan por una educación pública" con el fin de "reclamar a los gobiernos que hagan efectivo su compromiso".
En el encuentro han participado también el delegado y coordinador del Sector Social de la Conferencia de Provinciales Jesuitas en América Latina, Roberto Jaramillo, y el director del Centro de Formación Social y Agraria en República Dominicana, Hanglet Tejeda.
Tanto uno como otro han insistido de forma particular en la importancia de la movilización ciudadana y de la presencia de las reivindicaciones en las calles (de forma no violenta) para exigir a los gobiernos el cumplimiento de sus compromisos.
"La sociedad civil no puede estar tranquila, tiene que conocer los objetivos, estar más involucrada y dar seguimiento a las decisiones del gobierno para lograr que se cumplan", ha expresado Tejeda.
Por su parte, Jaramillo ha subrayado el ámbito de la política como un espacio de "confrontación de ideas" y ha lamentado que, a su juicio, la sociedad civil "los movimientos sociales han perdido combatividad".
"Lo que ha cambiado la historia en muchos lugares de nuestros países es que la gente ponga el pie en la calle. Que haya signos y señales, no guerrilla, pero sí los instrumentos de la sociedad civil no formalizada", ha apuntado.
INFORME: 'LA EDUCACIÓN EN EL CENTRO'
Durante la ponencia celebrada en Madrid se ha presentado también un informe elaborado por Gloria Angulo y Entreculturas, que analiza el papel de la educación en el ámbito de la promoción social y el desarrollo de los países y los retos a los que se enfrenta la mejoría del acceso y la calidad de la educación en distintas regiones del mundo.
En este sentido, la autora ha subrayado el papel de la educación, en primer lugar, en clave de "derecho humano" con el que los países se comprometen al suscribir los tratados internacionales y que les obliga. En segundo lugar, la educación como "bien público" que, pese a que enriquece a individuos particulares, "sus beneficios no se detienen ahí sino que se extienden al conjunto de la sociedad".
"El tercer rasgo es que la educación es un vector del desarrollo, porque habilita a la consecución de un amplio número de derechos: acceso a una educación mejor, mayores ingresos, mejor salud, reducción de tasas de fertilidad --ha señalado--. La educación beneficia a las mujeres y a las niñas para poder reclamar el ejercicio de sus derechos y deberes y participar en la sociedad de forma más plena".
En cuanto a los retos, ha señalado por un lado la necesidad de superar los factores sociales que están impidiendo en algunos casos el acceso a la educación de menores y jóvenes, entre los que ha señalado las desigualdades de género, la discapacidad o los conflictos y guerras en los que muchos países se encuentran inmersos.
Sin embargo, además del acceso a la educación, el informe destaca la importancia de avanzar hacia la garantía de una educación de calidad porque, a juicio de la investigadora, "en muchos casos se está yendo al colegio pero no se está aprendiendo".
