Actualizado 08/07/2009 16:13

Bruselas quiere que la movilidad transeuropea "sea la norma y no la excepción" en los estudiantes europeos

Presenta un Libro Verde para buscar fórmulas que alienten y faciliten la movilidad más allá de los estudios superiores


BRUSELAS, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

El comisario de Educación, Juventud y Cultura, Jan Figel, admitió hoy que la movilidad es "más accesible" para determinados grupos y abogó por "aprovechar el éxito" del programa de becas Erasmus para estudiantes universitarios y "trasladarlo" a otros ámbitos como el de la formación profesional o los estudios de secundaria, con el objetivo de que la movilidad transeuropea deje de ser una "excepción" y pase a ser una "norma" que aporta valor a la competitividad de los jóvenes europeos.

La movilidad en la formación de los jóvenes "contribuye a la adquisición de capacidades, conocimientos lingüísticos y competencias interculturales, y refuerza la capacidad de las personas y las organizaciones para innovar y competir a nivel internacional", explicó el comisario en rueda de prensa.

Se trata, fundamentalmente, de favorecer la competitividad y la cohesión dentro de la Unión Europea y de "dar valor al conocimiento". "La movilidad es buena y hay que abrirla a todo el mundo", resumió Figel, para "mejorar nuestros recursos humanos y nuestra mano de obra".

Según los datos del Ejecutivo comunitario, en 2006, cerca de 310.000 jóvenes pudieron completar su formación en el extranjero con el apoyo de alguno de los programas de la Unión Europea, lo que supone apenas el 0,3% de europeos de entre 16 y 29 años dentro de la UE.

A juicio del comisario, esta cifra es una muestra de que "queda mucho trabajo por hacer si se quiere llegar a toda la población". Además de la población universitaria, la movilidad es un valor que beneficia a otros ámbitos como son el empresarial, la investigación, la formación profesional y aprendizaje, educación secundaria, intercambios juveniles y voluntariado.

Las trabas administrativas o jurídicas a la movilidad, los problemas de convalidación o reconocimiento de diplomas en otros países y la necesidad de recursos económicos para financiar la estancia son algunos de los principales obstáculos que impiden a los jóvenes apostar por estudiar algún periodo fuera de su país.

Con el programa Erasmus como ejemplo, el comisario de Educación se mostró partidario de "aumentar" las ayudas para la movilidad de los estudiantes, ya que las existentes "siguen reflejando una realidad de los años 90". Si los Estados miembros han llegado a un acuerdo sobre "lo importante" que es el factor de la movilidad, "espero que se refleje en un mayor presupuesto" en el futuro, admitió.

Así las cosas, Bruselas presentó este miércoles el 'Libro Verde sobre la movilidad de los jóvenes con fines educativos', con el que quiere abrir el debate sobre cómo alentar a los jóvenes europeos a viajar en beneficio de su formación, identificar los hándicaps y diseñar fórmulas para superarlos y fomentar asociaciones entre las instituciones educativas, empresas o países.

La consulta pública estará abierta hasta el próximo 15 de diciembre, para que los grupos de interés y opinión pública puedan aportar sus comentarios y opiniones. "Es demasiado pronto para hablar de una comunicación (o propuesta concreta de la CE), se trata de incitar el debate", admitió el comisario, "y crear una tendencia de la movilidad".