Actualizado 12/11/2008 17:53

El informe de la Población Mundial de la ONU destaca la amplia desigualdad existente entre hombres y mujeres

MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

El informe del Estado de la Población Mundial 2008 elaborado por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) y presentado hoy, señala que la desigualdad entre hombres y mujeres sigue siendo generalizada y profundamente arraigada en muchas culturas, y manifiesta que las normas y tradiciones culturales pueden perpetuar la violencia por motivos de género.

"Las mujeres y las niñas constituyen las tres quintas partes de los 1.000 millones de personas más pobres del mundo, las mujeres constituyen las dos terceras partes de los 990 millones de adultos del mundo que no pueden leer, y las niñas son el 70 por ciento de los 130 millones de niños que no asisten a la escuela", declaró en la presentacion del informe la directora general de UNFPA para Iberoamérica, Marcela Suazo.

El informe tiene como propósito "exhortar que se respeten los Derechos Humanos y las libertades fundamentales sin ninguna distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión", en palabras de la directora de su división de Información, Safiye Çagar.

"La cultura no es un muro que romper, sino una ventana para construir oportunidades de desarrollo", añadió Suazo. "El propósito del informe es ofrecer una perspectiva para avanzar en el respeto de los Derechos Humanos", señaló, y subrayó que una de las conclusiones que ofrece el informe es el coste de ignorar la cultura en los programas de desarrollo.

"Hay que tomar como fundamental el papel protagonista de la cultura, ya que los enfoques basados en el conocimiento cultural posibilitan las políticas culturales, necesarias para mantener la vigencia de los Derechos Humanos", señaló. "La región más desigual es América Latina y los dos sectores que se enfrentan a los mayores retos son los indígenes y los afrodescendientes", manifestó.

Es peligroso generalizar acerca de las culturas, añade el informe, y es particularmente peligroso juzgar una determinada cultura aplicando las normas y valores de otra. En todo caso, "la sensibilidad y el involucramiento culturales no equivalen a una aceptación de prácticas tradicionales nocivas, ni a una exoneración de responsabilidades frente a abusos contra los Derechos Humanos, ya que en todas las culturas pueden encontrarse valores y prácticas que infringen estos derechos", se lee en el informe.

"La intención del informe es demostrar cómo se realiza en la práctica el poner de manifiesto las formas más eficaces de cuestionar prácticas culturales nocivas y fortalecer las que son beneficiosas", señala Çagar.

El informe señala que la clave para conseguir una maternidad sin riesgo es lograr una mejor salud reproductiva mediante el acceso a métodos de planificación familiar, la atención médica en todos los partos y la atención por parte del personal cualificado a las mujeres y recién nacidos después del parto.

Una de las conclusiones a la que llega el informe de la UNFPA es proponer una 'lente cultural', que contribuye a obtener un conocimiento profundo de la cultura, un hecho necesario para negociar, persuadir y cultivar la aceptación de la cultura. Esta lente ayuda a que los programas apoyados por la UNFPA respondan a la diversidad en las necesidades, las experiencias y las culturas y comprendan cómo las personas van sorteando los obstáculos en sus propios ámbitos.

El UNFPA también subraya que si los organismos internacionales de desarrollo hacen caso omiso de la cultura, puede acarrear un alto coste, ya que la promoción de los Derechos Humanos requiere apreciar la complejidad, la fluidez y el papel protagonista de la cultura.