Actualizado 14/02/2011 12:29

Unos 15.000 migrantes subsaharianos viven en Marruecos "en absoluta precariedad"

Menores inmigrantes no acompañados
BORJA SUAREZ / REUTERS

Fabien Didier afirma que Marruecos "esconde" a los inmigrantes en las ciudades para ocultar la presión sobre Ceuta y Melilla


DAKAR, 14 Feb. (De la enviada especial de EUROPA PRESS, Isabel Vega) -

Entre 12.000 y 15.000 ciudadanos subsaharianos viven en Marruecos en condiciones de "absoluta precariedad" según las cifras oficiales que maneja Fabien Didier Yeyne, camerunés afincado en el reino alauí que trabaja desde hace ocho años con personas que como él, quedaron "bloqueadas" en situación irregular cuando trataban de llegar a Europa.

En una entrevista con Europa Press, Didier, que ha sido el portavoz de los migrantes subsaharianos en Marruecos ante el Foro Social Mundial que se ha celebrado en la ciudad de Dakar, ha explicado que estas personas viven en "la más absoluta precariedad, porque no tienen papeles, no tienen acceso a nada y tienen que ganar dinero para comer, pagar el alquiler, vivir".

Según ha dicho, "están abocadas al comercio ilícito" porque "se trata de un sistema que transforma a las personas en delincuentes" ya que en Marruecos "si eres subsahariano y has entrado ilegalmente", no hay forma de obtener un permiso de residencia. Por eso, conforme ha apuntado, viven "de la economía irregular y la caridad" ya que "hay racismo, pero es institucional".

"Ellos piden y son los propios ciudadanos quienes les ayudan, porque el racismo es institucional. Incluso se aprobó una ley por la que cualquier persona que ayudase a alguien 'sin papeles' podría ser detenida, pero aún así, la gente responde", explica Didier, para denunciar que, por el contrario, las organizaciones humanitarias marroquíes "lo único que hacen es indicar dónde está Cáritas".

Este camerunés, que tras ocho años en situación irregular en Marruecos consiguió "por presiones políticas de Camerún", un permiso de estudiante con un año de validez, explica que su trabajo es orientar a estas personas en función de sus necesidades y prestarles todo tipo de apoyo, desde psicológico o sanitario hasta laboral.

"Soy un huérfano que grita en el desierto. Tengo un compromiso y una lucha personal, lo hago voluntariamente", afirma Didier, quien describe esta labor como "enorme y difícil" aunque celebra que "está dando resultados" porque han comenzado a trabajar en red con migrantes que sí consiguieron llegar a España, aunque "aún no están bien organizados".

DE LAS FRONTERAS A LAS CIUDADES

Didier reconoce que dentro de los migrantes también "hay clases", ya que la vulnerabilidad está asociada a la pobreza. "la sociedad capitalista facilita las cosas a quienes ya lo tienen todo y pueden incluso comprarse un permiso de residencia", ha apuntado.

Después están quienes han sido deportados desde Europa, principalmente España. Según ha señalado, en Marruecos "hay un montón de personas" que han pasado por un proceso de expulsión, aunque el Gobierno "lo hace de una forma oculta y casi no se conoce".

Además, ha apuntado que hay "mucha gente" que "se ha quedado bloqueada" por acuerdos de inadmisión, "en espera de la oportunidad de que se les traslade a sus países de origen", pero "no van ni para atrás ni hacia adelante".

Asimismo, preguntado por la situación de los migrantes en las fronteras de Ceuta y Melilla, Didier ha señalado que Marruecos "siempre ha tenido una política de no visibilización", pero cuando se produjeron los primeros asaltos a la valla "vio que el interés internacional y de los medios de comunicación se centraba allí", por lo que "pasó a una política de visibilizar la represión".

"Marruecos antes escondía a esta gente en las fronteras y ahora alardea de represión porque ya no están allí, cuando en realidad les tienen escondidos en las ciudades", ha denunciado este portavoz de los inmigrantes subsaharianos que acaba de lanzar el libro 'Migrants au pie du mur' (Migrantes al pie del muro).