Actualizado 10/09/2012 17:07

La presidenta del Comité de Bioética español señala que "la mayor inmoralidad de este mundo es la falta de equidad"

SEVILLA, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

La filósofa y presidenta del Comité de Bioética de España, Victoria Camps, señala que "la mayor inmoralidad de nuestro mundo es la falta de equidad". En este sentido ha asegurado que "las políticas que se están poniendo en marcha para salir de la crisis amenazan la equidad", un valor que, a su parecer, debería ser "lo más preciado".

Victoria Camps ha inaugurado este lunes las dos últimas semanas de los Cursos de Verano 2012 de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), que se celebrarán hasta el próximo día 21 de septiembre en la sede La Cartuja de Sevilla. Durante su conferencia, celebrada en la Iglesia del Monasterio de la Cartuja, ha hecho un alegato a la responsabilidad de la ciudadanía en general de preocuparse por la situación actual y, en concreto, por las desigualdades cada vez más patentes.

"Ya no somos súbditos sino ciudadanos libres para hacer lo que queramos con un espíritu crítico y con una voluntad de servir al bien común", ha señalado, para después diferenciar la buena vida de la vida buena, que, a su parecer, contribuye a que la sociedad y el mundo sean más equitativos.

Entre los obstáculos para alcanzar este fin ha citado la desregulación que se produjo a partir de los gobiernos de Reagan y Tatcher y las tesis neoliberales. Para ello, ha citado al Nóbel de economía, Paul Krugman cuando aseguró que el crecimiento de estas políticas es relativo ya que mientras el 1% de la población mundial se enriquece, el 99% se empobrece. Sobre estas reflexiones, ha asegurado que "del crecimiento se aprovecha una pequeñísima minoría, sólo los que están más arriba".

Del mismo modo, ha explicado que las desregulaciones "también contribuyen a que haya más depresión económica" ya que si cada vez las personas tienen menos dinero, cada vez comprarán menos y el modelo productivo actual terminará cayendo. Por este motivo, ha aseverado que "se están haciendo recortes sin ton ni son" porque "lo primero que está cayendo con la crisis son los derechos sociales".

La filósofa ha hecho hincapié en que "lo primero que se debe combatir es la indiferencia", una indiferencia, que según ha explicado, es una consecuencia del Estado Social, al separar las obligaciones de la justicia y las obligaciones del bien, diciendo que estas últimas son privadas y pertenecen a la vida íntima de cada uno. "Es verdad que como ciudadanos no podemos resolver las grandes injusticias pero podemos cambiar la manera de actuar y volver a tener sentido de la cooperación", ha asegurado.

Una vez combatida la indiferencia, Victoria Camps ha explicado que se debe luchar contra las desigualdades porque si no "se va necesariamente a un enfrentamiento". Para esto, ha señalado que el cumplimiento de la legislación es "fundamental". Con respecto a este tema, ha nombrado a la compañía aérea Ryanair, empresa que, tal como ha afirmado, es "especialmente fraudulenta". Por otra parte, también ha asegurado que "es importantísimo para conseguir erradicar estas desigualdades que se acabe con los paraísos fiscales".

En este sentido, ha aseverado que "la frivolidad de sólo pensar en el bien propio y no pensar en el bien colectivo es el momento ético que hay que tener en cuenta porque nos concierne a todos". Para ello, ha opinado que se deben volver a las virtudes más clásicas como la justicia, la fortaleza, la prudencia y la templanza que, a su parecer, "han fallado todas". Por esto motivo, ha considerado que "no hay que inventar otros valores, sino recuperar los que hace siglos nos guían a la vida buena".

Victoria Camps no ha querido olvidar así a los países más necesitados que "por culpa de nuestra crisis ven recortado lo que se destinaba a cooperación". Así, ha señalado que la equidad no solo debe ser nacional, sino internacional. Para ello, según su opinión, se debe recuperar la confianza, "que no es más que un subproducto de una manera de actuar".

Para concluir, la presidente del Comité de Bioética de España ha asegurado que "la democracia necesita una moral", por lo que considera imprescindible que "ser buena persona acabe teniendo un cierto prestigio". Así, ha afirmado: "Que sea la vida buena la que dé prestigio y la que tenga reconocimiento social sería lo más importante y desde las universidades estamos poniendo esa tarea como objetivo".