MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha mandado ayuda urgente para las miles de personas que están refugiadas en Turquía tras huir de los ataques del Estado Islámico. El primer paquete de ayudas, que ha llegado en la mañana de este jueves, se ha repartido entre los refugiados procedentes de Siria septentrional.
El avión A310 de Amán es el primero de ocho vuelos de una gran operación para traer ayuda por tierra, mar y aire que intentará cubrir las necesidades de 200.000 refugiados.
Solo desde el pasado viernes, más de 144.000 sirios, principalmente kurdos, han buscado refugio en Sanilurfa, en el sur de Turquía. Al conflicto sirio entre los rebeldes y el Gobierno, ahora se une el avance del Estado Islámico en el norte del país.
"Esta afluencia repentina y masiva de personas traumatizadas llega en un momento en que Turquía ya ha acogido generosamente a más de un millón de sirios. Es absolutamente fundamental que la comunidad internacional apoye a Turquía para responder a las necesidades de los refugiados ahora y teniendo en cuenta que pronto llegará invierno", ha dicho el Alto Comisionado para los Refugiados, António Guterres.
En conjunto, se espera que los ocho vuelos lleven más de 130.000 colchonetas, 107.500 mantas, 15.000 juegos de utensilios de cocina, 13.500 láminas de plástico y cinco almacenes prefabricados a lo largo de los próximos ocho días. Materiales con los que se está reforzando los suministros ya existentes en el terreno y que ya se están repartiendo entre los más necesitados.
MÁS AYUDA
Además de la ayuda aérea, también esta en camino un convoy por carretera desde Copenhague y por mar de Dubai a Mersin, Turquía, que se espera que llegue el 11 de octubre.
ACNUR estima que el 80 por ciento de los refugiados son mujeres y niños, mientras que un 20 por ciento son ancianos o personas con discapacidades. Muchos han contado como han sido testigos directos de los ataques y las atrocidades cometidas en Siria, mientras que otros han huido por la amenaza de nuevos conflictos y por la violencia.
La ayuda del ACNUR se utilizará para aliviar las condiciones de hacinamiento de los campos de refugiados, de los albergues y centros comunitarios, así como de las mezquitas. Según los datos del organismo, 50.000 refugiados siguen sin tener acceso a una vivienda adecuada.
