Actualizado 30/09/2015 14:49

Bruselas pide destinar 1.700 millones de euros en dos años a la crisis de los refugiados


BRUSELAS, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea ha propuesto este martes cambios en el gasto europeo de 2015 y 2016 para destinar 1.700 millones de euros de los presupuestos de la UE en estos dos años a la crisis de refugiados, con el objetivo de ofrecer "asistencia urgente" a los Estados miembros más afectados por el drástico aumento de llegadas de inmigrantes que solicitan protección internacional en Europa.

Bruselas recoge así el compromiso de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en su última cumbre de destinar más medios a mitigar esta crisis, dando apoyo a los países de acogida, pero también reforzando las fronteras exteriores y los lazos con países terceros para que contengan el flujo de refugiados.

La propuesta del Ejecutivo comunitario cuenta con 801,3 millones de euros para 2015, de los que 330,7 millones vendrían a través de "compromisos adicionales" de los Estados miembros al presupuesto de la UE. El resto de fondos serían reorientados de partidas ya presupuestadas, sobre todo en el área de ayuda humanitaria y vecindad (400 millones de euros).

Para 2016, la Comisión contempla una partida de 900 millones, cuyos detalles se conocerán el 15 de octubre, cuando la institución prevé presentar un presupuesto enmendado para ese ejercicio.

Para que ambas decisiones sean efectivas es necesario primero que los Veintiocho y la Eurocámara den su visto bueno, por lo que el vicepresidente del Ejecutivo comunitario Jyrki Katainen ha confiado, en una rueda de prensa en Bruselas para presentar los cambios, que ambas instituciones ratifiquen la propuesta lo antes posible.

SISTEMA DE ASILO FUERTE

Katainen ha reiterado la necesidad de que la Unión Europea cuente con un sistema de asilo "suficientemente firme, pero justo", que permita la acogida e integración de quienes tienen derecho a la protección internacional, pero que al mismo tiempo garantice la devolución a sus países de origen de aquellos inmigrantes que no reciban el estatus de refugiado.

Además, ha avisado de que los Estados miembros serán "fuertes, si sus políticas de integración lo son" y ha considerado que la acogida de refugiados no sólo es un gesto de solidaridad para estas personas, sino que va en interés de la economía europea, cuya población envejece.

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