Actualizado 08/02/2010 14:21

Al menos 17.000 inmigrantes ilegales de países del Cuerno de África llegan cada año a Sudáfrica


NAIROBI, 8 Feb. (Reuters/EP) -

Al menos 17.000 inmigrantes ilegales procedentes de países del Cuerno de África llegan cada año a Sudáfrica, la mayoría a través de Kenia, según informó este lunes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Tal Raviv, una responsable de programas regionales en la OIM, declaró en una entrevista a la agencia Reuters que los conflictos y la pobreza están obligando a los etíopes y a los somalíes a realizar peligrosos viajes hacia lugares mejores.

La violencia en Somalia ha causado la muerte de unos 21.000 civiles desde principios de 2007 y ha obligado a desplazarse a 1,5 millones de personas. Mientras, en el sur de Etiopía, un movimiento insurgente lucha desde hace tiempo contra el Gobierno nacional para conseguir más autonomía para la región de Ogadén, que está subdesarrollada.

"Estimamos que el número de personas, concretamente, somalíes y etíopes, que van cada año desde el sur central de Somalia y el sur de Etiopía hacia Sudáfrica es de entre 17.000 y 20.000", precisó. "El viaje es posible debido a los escasos controles fronterizos que hay en el camino hacia Sudáfrica, pero también al hecho de que se puede obtener fácilmente documentos falsos y pagar sobornos para ir de un sitio a otro", explicó.

El informe de 2009 de la OIM calcula que la entrada ilegal de etíopes y somalíes en Sudáfrica generó un negocio de 40 millones de dólares (29,3 millones de euros). Asimismo, afirma que esta inmigración ilegal es facilitada por bandas criminales dedicadas al tráfico de personas que actúan en ocho países africanos.

La Policía de la provincia Nororiental de Kenia aseguró que ha reforzado las medidas para impedir el tráfico de personas. "También hemos despedido a algunos de los funcionarios corruptos que han estado recibiendo dinero de inmigrantes ilegales", explicó desde la localidad de Garissa el comisario provincial James Ole Seriani.

Kenia cerró oficialmente su frontera con Somalia --de 680 kilómetros de largo-- en 2007 debido a la amenaza de los milicianos armados. Sin embargo, ha permitido que miles de refugiados de Somalia entren en su territorio y vivan en campos de refugiados próximos a la frontera.

Un chico somalí de 17 años que viajó desde la localidad de Kismayu, en el sur de Somalia, hasta Ciudad del Cabo (Sudáfrica), relató desde el anonimato que, por miedo a ser reclutado por el grupo insurgente Al Shabaab, viajó en la parte trasera de un viejo camión en un grupo de 75 somalíes que incluía a una mujer de 60 años y a un niño pequeño.

"Cuando entramos en Zambia, las fuerzas de seguridad nos arrestaron y nos mandaron a una cárcel cerca de la frontera, donde estuvimos labrando tierras del Gobierno cada día durante seis meses", indicó. Tras un mes encarcelado, el joven fue liberado y, diez meses después de salir de Kismayu, llegó a Ciudad del Cabo tras haber pasado por Mozambique. "Sudáfrica no es mi destino. Ahora pretendo continuar hasta Minnesota, Estados Unidos", añadió.