El año pasado aumentó el número de jóvenes universitarios que dedican parte de su tiempo al voluntariado social, según un estudio realizado por la Fundación Mutua Madrileña. Nueve de cada diez universidades cuentan con un departamento específico dedicado a coordinar sus programas de acción social y fomentar el voluntariado entre sus alumnos. Esta noticia desmonta tópicos sobre la falta de compromiso de los jóvenes, además de poner de relieve la dimensión social de las universidades. No sólo se trata de un título para conseguir un puesto de trabajo o de ganar conocimientos y habilidades, sino además de rescatar otras formas de ser útiles a la sociedad sin esperar nada a cambio.
Desde hace más de veinticinco años, Solidarios para el Desarrollo acoge y forma a jóvenes y personas de otras edades para que se comprometan con personas sin hogar, con personas mayores y menores; en centros penitenciarios, con personas con discapacidad o con problemas de salud mental o en hospitales con quienes reciben pocas visitas. Las personas en esos entornos se enfrentan a la discriminación, al estigma, la soledad y la dificultad para participar en igualdad de condiciones y oportunidades; el voluntariado busca crear tejido para favorecer el encuentro y el desarrollo de redes de apoyo social. Mientras se acompaña a personas que sufren exclusión, se busca una transformación social medio de la acción social, la comunicación y la incidencia. El voluntariado rompe prejuicios, busca las causas de la exclusión y ofrece propuestas alternativas.
El itinerario en Solidarios comienza con una sesión informativa, donde las personas interesadas conocen las distintas formas de colaborar, las distintas posibilidades de colaborar y en qué consiste el compromiso. Una parte consiste en una formación para reforzar habilidades comunicativas y para poner en contexto a las personas antes de "soltarlas" en distintos contextos de sufrimiento y exclusión. Además de pautas para "no meter la pata", necesitan poner límites para evitar llevarse a casa todos sus problemas y que de pronto una actividad que eligieron perjudique su vida familiar, sus estudios o su trabajo. El voluntariado no tiene como objetivo soltar héroes por las calles, sino emprender una lucha contra la exclusión con el ejemplo de su labor, con su denuncia, con su capacidad para elevar propuestas y para influir en su entorno.
Se suele decir que la vocación transformadora de la sociedad distingue al auténtico voluntariado social del que sólo es una actividad asistencial o del que refuerza las estructuras que general injusticias y exclusión social. Pero también se produce una transformación dentro de las personas que hacen voluntariado por sus relaciones con personas en exclusión y con compañeros de la organización.
Solidarios constata que el voluntariado ha enriquecido la vida de miles de jóvenes que, a su vez, han mejorado su entorno y hecho del voluntariado social una forma de participación ciudadana además de haber creado otras formas de relacionarse y ha abierto nuevos espacios de encuentro para un mundo más justo y más humano.
Pasos para hacer voluntariado con Solidarios:
.- 1. Primer contacto: Entrar en la página web (http://www.solidarios.org.es) para establecer contacto con las personas responsables de la sede donde la persona quiera hacer voluntariado (Madrid, Sevilla, Granada, Murcia o Barcelona).
.- 2. Informarse: Los responsables informarán a la persona interesada de las posibles fechas para acudir a una sesión informativa para ampliar la información sobre los programas de voluntariado y el compromiso básico que figuran en la página web.
.- 3. Reunión formativa con el responsable del programa.
.- 4. Curso de introducción al voluntariado, primer contacto con el programa y formación contínua.
Carlos Miguélez Monroy es responsable de comunicación en Solidarios para el Desarrollo.
Twitter: @Solidarios_es / @cmiguelez
http://www.solidarios.org.es
