Actualizado 12/06/2017 13:30

Junta trabaja para declarar BIC las fortificaciones de la Guerra Civil en Almería

Restos de la fortificación en la carretera de acceso al faro de Cabo de Gata
EUROPA PRESS/JUNTA

ALMERÍA, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

Técnicos de la Delegación territorial de Cultura de la Junta de Andalucía en Almería han iniciado una ronda de visitas de trabajo para constatar el estado actual de la arquitectura defensiva de la provincia con el fin de precisar las actuaciones que habrán de llevarse a cabo para que las fortificaciones de la Guerra Civil sean declaradas Bien de Interés Cultural (BIC).

En un comunicado, el delegado territorial de Cultura, Alfredo Valdivia, ha precisado que las labores se están llevando a cabo teniendo como referencia el estudio del historiador Francisco Miguel Guerrero Montero, titulado 'Fortificaciones de la Guerra Civil española en Almería: búnkeres, trincheras y refugios' con el objetivo de incoar su inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz con la tipología de BIC.

La idea es, según ha explicado Valdivia, proceder a la inscripción conjunta de todos los elementos defensivos que con motivo del conflicto civil se encuentran por toda la geografía provincial almeriense, "teniendo en cuenta además las diferentes realidades de conservación que presentan cada una de ellas".

La provincia de Almería cuenta con un total de 56 edificaciones-arquitecturas defensivas distribuidas por la capital almeriense y los municipios de Cuevas del Almanzora, Mojácar, Carboneras, Níjar, Roquetas de Mar, El Ejido, Illar, Huércal Overa, Vera, Benahadux, Adra y Berja.

En total se han estudiado 25 búnkeres, 15 trincheras, de las que siete son complejas y ocho simples, nueve refugios antibombardeos urbanos y tres bases con baterías de defensa. También se recogen los cuatro kioskos de entrada a los refugios de la Guerra Civil de la capital.

Según los trabajos que vienen realizando los técnicos de la Delegación, en general, los bunker almerienses, con más de 80 años de existencia, presentan un buen estado de conservación y su valor constructivo "hay que verlo en función de su utilidad, al tratarse de una obra de ingeniería militar de la última guerra de trincheras", según ha indicado Valdivia.

El delegado ha señalado que los refugios de la capital, diseñados por el arquitecto Guillermo Langle y cuya construcción hubo de superar las dificultades de la tecnología de la época con la escasez de materiales que imponía la guerra, se muestran "con su sólida fábrica como un raro ejemplo de construcción desaparecida en el resto de España".

En cuanto a los cuatro kioskos de entrada a estos refugios que aún se conservan, ha apuntado que constituyen "un magnífico ejemplo de arquitectura racionalista a pequeña escala, auténticas joyas urbanas de aquel momento histórico tan luctuoso para nuestra ciudad".