Publicado 13/08/2018 15:06

Los hospitales de la provincia de Cádiz dispondrán de diez nuevos equipos de diagnósticos de última generación

Ecógrafo médico hospital
JUNTA DE ANDALUCÍA - Archivo

CÁDIZ, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) va a destinar 9,5 millones de euros a adquirir, a través de los fondos Feder, 69 equipos diagnósticos de última generación para renovar y actualizar el equipamiento de los hospitales andaluces, diez de los cuales irán a centros de la provincia de Cádiz.

Según informa la Junta en una nota, esta adquisición forma parte del Plan Estratégico de Actuaciones de Alto Impacto que se está llevando a cabo en el que se están priorizando actuaciones en todas las áreas susceptibles de renovación tecnológica.

En la provincia se incorporarán cinco ecógrafos de alta prestación para reforzar al más alto nivel tecnológico los Servicios de Diagnóstico por la Imagen, con las últimas tecnologías capaces de fusionar imágenes de distintas técnicas y detectar lesiones minúsculas.

Se trata de dispositivos punteros, que permitirán usarse en asistencia para ofrecer diagnósticos más precisos y en trabajos de investigación, y que se ubicarán en los hospitales Puerta del Mar de Cádiz (dos equipos), Puerto Real, Jerez y Punta de Europa de Algeciras.

Asimismo, el SAS adquirirá para la provincia gaditana tres salas suspendidas de rayos autotracking --con seguimiento automático-- y dos salas suspendidas de rayos robotizadas, con posicionamiento por inteligencia artificial.

Estas salas están integradas dentro del proyecto 'Huella de energía' del Servicio Andaluz de Salud, que potencia la seguridad del paciente para posicionar a Andalucía como una de las regiones más avanzadas de Europa en este aspecto. Las tres primeras irán en los hospitales de Puerto Real, La Línea de la Concepción y Punta de Europa; y las otras dos en Puerta del Mar y Hospital de Jerez.

El expediente de contratación de estos equipos, que ya ha sido licitado, conlleva una importante innovación en la gestión ya que se trata de la primera vez en el Sistema Nacional de Salud que se tienen en cuenta todos los costes asociados a la vida útil que tendrá dicho equipamiento.