Ban recomienda el envío de observadores militares a Malí para supervisar el alto el fuego

Actualizado: miércoles, 24 junio 2015 3:31

NUEVA YORK, 24 Jun. (Reuters/EP) -

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha recomendado el envío de 40 observadores militares a Malí para supervisar el alto el fuego acordado entre la alianza de rebeldes tuareg y el Gobierno del país africano.

Ban ha reclamado además que el Consejo de Seguridad de la ONU considere incluir en una 'lista negra' a todos aquellos que violen los acuerdos, al tiempo que ha solicitado la extensión del mandato de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA), que finaliza el 30 de junio.

En respuesta, el ministro de Exteriores maliense, Abdoulaye Diop, ha afirmado ante el Consejo de Seguridad que su Gobierno necesita más información acerca de los planes para desplegar a observadores, resaltando que "una mayor claridad permitiría avanzar".

Por su parte, el enviado especial de la ONU para Malí, Mongi Hamdi, ha apuntado que el norte de Malí es uno de los lugares más complicados para las tareas de pacificación debido a su extensión, su duro clima y la ausencia de infraestructuras.

"Para agravar la situación, extremistas violentos y otros enemigos de la paz continúan atacando indiscriminadamente a nuestras fuerzas y nuestros campamentos", ha lamentado.

Por ello, Hamdi ha destacado que "es fundamental que los países que contribuyen con militares y policías tengan la capacidad necesaria para operar de forma segura y efectiva en este ambiente".

EL ACUERDO

La coalición rebelde tuareg Coordinación de los Movimientos del Azawad ratificó el sábado junto al Gobierno maliense el acuerdo de paz cuyos principios fueron aceptados el pasado mes de marzo, y que podría poner fin al último episodio de insurgencia separatista en el norte del país africano, que comenzó en 2012.

Los tuareg estamparon su firma definitiva en el acuerdo tras constatar la retirada esta semana de los grupo paramilitares malienses, afines al Gobierno, de la ciudad de Menaka, una condición indispensable para ratificar el pacto.

En juego está la paz de Malí pero también la seguridad regional, toda vez que la inestabilidad en la zona norte sirvió de caldo de cultivo para que se convirtiese en bastión de grupos yihadistas. Francia lanzó una intervención militar para contener esta amenaza, que llegó incluso a poner en riesgo el control del país.

El documento acordado en Argelia el pasado mes de marzo propone dotar de más competencias a la parte septentrional de Malí, la creación de una fuerza de seguridad regional y un plan de desarrollo. Sin embargo, queda pendiente de un debate nacional la identidad política del Azawad.

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