Policías y refugiados en la frontera de Hungría
MARKO DJURICA / REUTERS
Actualizado: miércoles, 9 septiembre 2015 19:19

ROSZKE (HUNGRÍA), 9 Sep. (Reuters/EP) -

Los inmigrantes y refugiados que cruzan la frontera húngara deben enfrentar un gran reto en su camino hacia una nueva vida, pero la tarea de los policías enviados a controlar la afluencia también es agotadora y, muchas veces, ingrata.

En las primeras horas del miércoles, cientos de refugiados llegaron a Hungría desde Serbia, uniéndose a otros inmigrantes que dormían envueltos en mantas para protegerse del frío. Otros atravesaron campos de trigo en una oscuridad tan completa que era imposible verse a un metro de distancia.

Un improvisado campamento se ha formado en un lugar donde las vías de trenes cruzan la valla que Hungría está construyendo a lo largo de su frontera para contener una creciente oleada de unos 170.000 inmigrantes y refugiados desde principios de año.

La Policía, exhausta y con frío, ha hecho poco por detener al último grupo de inmigrantes y refugiados, de los cuales 2.770 llegaron el martes. Pocos aceptaron la oferta de los oficiales de llevarlos al nuevo centro de acogida en la ciudad de Roszke.

Una vez identificados, los inmigrantes que huyen de guerras, persecuciones y pobreza en países como Siria, Irak, Irán, Afganistán, Ruanda y Nigeria, deben pedir asilo en el país al cual llegan, según reglas de la Unión Europea, pero casi todos quieren seguir su viaje hacia Alemania.

"Tengo amigos y familia en Alemania, por todas partes", cuenta Sami, un arquitecto cristiano iraní que llegó al sur de Hungría.

LOS POLICÍAS, INCOMPRENDIDOS

Pocos están impresionados por el centro de recepción de Roszke, que consideran superpoblado y básico. Las pocas docenas de policías que custodian el campamento 24 horas al día se sienten incomprendidos por los inmigrantes.

"Queremos ayudarlos, llevarlos para ser registrados, pero ninguno de ellos se da cuenta de que estamos aquí para ayudar", se lamenta un oficial, cuya brigada estaba a punto de ser devuelta a su base en Budapest tras un turno que empezó hace 16 horas.

El ministro de Defensa de Hungría renunció a principios de esta semana después de los retrasos en el término de la valla fronteriza, mientras que un abogado de la Policía dijo a Reuters que los oficiales estaban tan sobrecargados de trabajo que las autoridades estaban considerando implementar un cuerpo de élite antiterrorista para reforzar la frontera.

Más noticias

Leer más acerca de: