Una mano decorada con henna y joyería durante una boda en India
ADNAN ABIDI / REUTERS
Actualizado: lunes, 10 agosto 2015 22:01

NUEVA DELHI/PATNA (INDIA), 10 Ago. (Reuters/EP) -

La Policía india ha arrestado a 27 personas tras el asesinato de cinco mujeres acusadas de brujería, mientras que los activistas han destacado la necesidad de abordar con urgencia las raíces de esta práctica.

Las autoridades han explicado que la matanza ocurrió el sábado por la mañana en el pueblo de Kanjia, a 40 kilómetros de Ranchi, la capital del estado de Jharjand, cuando una turba enfurecida irrumpió en la casa de las mujeres. Las víctimas, de entre 35 y 52 años, fueron sacadas de sus casas, desvestidas, apaleadas y apuñaladas hasta la muerte por sus vecinos, quienes las acusaron de matar a un joven de 17 años que había muerto la semana anterior por ictericia.

Metieron los cuerpos de las mujeres en grandes bolsas y las arrojaron a las afueras del pueblo, según las fuerzas de seguridad. "Sus caras están desfiguradas, aparentemente por las piedras", ha comentado el portavoz de la Policía de Jharjand, S. N. Pradhan. "Casi la totalidad de la aldea estaba implicada en la masacre", ha asegurado.

Los activistas han afirmado que el Gobierno indio debe afrontar la práctica de estigmatizatización de brujas entre las comunidades tribales. "Estos crímenes siguen ocurriendo porque las autoridades no han hecho lo suficiente por sensibilizar. No se lo toman en serio y como resultado, hay persecuciones y delitos", ha denunciado la directora del Centro de Investigación Social, Ranjana Kumari.

LAS CAUSAS DEL PROBLEMA

"Muchos de estos asesinatos están relacionados con las creencias supersticiosas, pero también se deben a razones económicas (en lugares) donde la gente quiere quitarle a las mujeres sus tierras y propiedades", ha lamentado la directora de esta organización en defensa de los derechos de la mujer de Nueva Delhi.

Los activistas han explicado que la combinación de patriotismo, pobreza, ausencia de educación y la pobre imposición de la ley permiten que la estigmatiazción de brujas continúe. Las mujeres consideradas brujas pueden ser acusadas de provocar enfermedades, muertes o malas cosechas.

"Lo que me parece más inaceptable es esta turba violenta donde las personas se toman la ley por sus manos y piensan que pueden ir por el mundo linchando a las mujeres. Es como la quema de brujas en Reino Unido en la época medieval", ha denunciado la directora de Human Rights Watch en el sureste asiático, Meenakshi Ganguly.

"Muestra que hay una ruptura por completo del Estado de Derecho en muchas partes del país, donde la gente actúa con un sentido de impunidad y la Policía es reticente a archivar quejas y el proceso judicial es laborioso", ha añadido.

Las autoridades gubernamentales centrales y estatales han anunciado que planean lanzar campañas públicas de concienciación en las zonas de alto riesgo y han asegurado que la muerte de las cinco personas será investigada y los acusados serán llevados a juicio rápidamente.

El ministro de Asuntos Tribales de India, Jual Oram, se ha mostrado "muy molesto" por los recientes asesinatos vinculados a la estigmatización de brujas y ha dicho que su Ministerio está considerando las medidas para incrementar el conocimiento entre las comunidades tribales. "Solo podremos evitar estos incidentes si educamos a la gente", ha concluido.

TODO TIPO DE ATROCIDADES

Durante el último año se han registrado varios casos de mujeres acusadas de brujería en aldeas de los estados del centro, este y noreste del país: Bihar, Odisha, Bengala Occidental, Assam, Chhattisgarh y Jharjand. En este último hubo 54 asesinatos relacionados con la caza de brujas en 2013, más que en cualquier otro estado.

Las cifras del Ejecutivo indio muestran que hubo 160 asesinatos relacionados con la caza de brujas en 2013, frente a los 119 de 2012. Las organizaciones de Derechos Humanos han asegurado que los datos son probablemente mucho más altos porque en la mayoría de los casos no se notifican, debido a que los testigos no hablan por temor a represalias u ostracismo.

Durante el último año, familias enteras han sido matadas en medio de la noche, y las mujeres han sido desvestidas, torturadas, obligadas a pasear desnudas, a comer excrementos, golpeadas hasta la muerte o quemadas vivas después de ser acusadas de brujería.

En julio, una pareja y cuatro de sus hijos fueron asesinados a machetazos en Odisha, un estado en el este de India, por aldeanos que los acusaron de practicar brujería y hacer que sus hijos enfermasen. El mismo mes, una mujer de 63 años fue tachada de bruja en el estado de Assam, en el norte del país, sacada de su casa por una turba, desvestida y decapitada.

A pesar de una serie de políticas llevadas a cabo en favor de los pobres, el auge de la economía de India ha pasado por alto su población indígena, que constituye más del 8 por ciento de la población del país con más de 1.200 millones de habitantes. Muchos de ellos viven en aldeas remotas y se ganan la vida con la agricultura, la ganadería y la venta de productos forestales. Olvidados por las autoridades, una insurgencia maoista en el cinturón tribal del centro del país y el conflicto civil en la región nororiental han marginalizado aún más a estas comunidades.

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