BANGKOK, 30 Jun. (Reuters/EP) -
Más de 2.000 trabajadores de Birmania y Camboya han huido de Tailandia esta semana tras la entrada en vigor de la nueva legislación sobre contratación de trabajadores extranjeros, según ha informado este viernes la Policía tailandesa.
Las industrias tailandesas, incluyendo la importante industria pesquera de marisco, demandan una gran cantidad de mano de obra que se nutre sobre todo de trabajadores extranjeros, procedentes de Birmania y Camboya en su mayoría. Viven en los barrios más pobres del país y sufren explotación y trabajos forzados, según han documentado la prensa local y compañías extranjeras.
El nuevo decreto de regulación entró en vigor el 17 de junio y penaliza la contratación de empleados extranjeros indocumentados con multas de hasta 800.000 baths (20,65 euros). Como consecuencia, muchas compañías han despedido a los trabajadores sin papeles o les han obligado a registrarse.
"Muchos empleadores tienen miedo porque contratan trabajadores ilegales. Incluso los que no lo hacen están asustados por lo cuantiosas que son las multas", ha dicho a Reuters el vicecomisionado de la Oficina de Inmigración, Pornchai Kuntee.
"Se va a producir un fuerte impacto en la economía porque los trabajadores extranjeros son una parte esencial de la fuerza de trabajo", ha advertido.
La junta militar de Tailandia ya había anunciado como una de sus prioridades legalizar a los empleados extranjeros para ayudar al crecimiento económico. Sin embargo, las medidas han sido cuestionadas desde algunos sectores. "Una ley tan dura arruina las iniciativas del Gobierno para promover el comercio y la inversión", ha declarado un agente de la Policía al diario tailandés 'The Nation'.
El jefe de la junta militar, el general Prayuth Chan Ocha, ha informado de que tanto trabajadores como empleadores tendrán 120 días para registrarse y cumplir los requisitos del nuevo decreto, según ha contado a Reuters el 'número dos' de la junta castrense este viernes.
La prensa tailandesa ha publicado imágenes de trabajadores llevando sus pertenencias en bolsas de plástico cruzando la frontera por la provincia de Tak's Mae Sot a través del río entre Tailandia y Birmania. La Policía de Inmigración ha estimado que alrededor de 2.000 personas volverán a Birmania y Camboya.
