Niños palestinos en Gaza
MOHAMMED SALEM / REUTERS
Actualizado: lunes, 6 julio 2015 14:47

La ONG pide a la comunidad internacional que actúe en favor de estos niños

MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los niños palestinos que viven en las zonas más afectadas por el conflicto del pasado verano en la Franja de Gaza aún muestran síntomas de estrés emocional severo, según un estudio publicado este lunes por la ONG Save the Children, con motivo del primer aniversario del inicio de los bombardeos israelíes en respuesta a los ataques con cohetes por parte de milicianos palestinos.

Así, el estudio ha permitido determinar que el 75 por ciento de los niños encuestados mojan la cama regularmente y en el caso concreto de la zona de Al Shoka, una de las estudiadas, casi la mitad de los menores moja la cama todas las noches.

Además, un 89 por ciento de los padres afirman que sus hijos tienen miedo constante, mientras que más de un 70 por ciento de los niños dicen que tienen miedo de que haya otra guerra en la Franja de Gaza. De media, siete de cada diez niños entrevistados sufren pesadillas por las noches.

Por otra parte, más del 50 por ciento de los niños en algunas zonas no quieren ir a la escuela, o van muy poco. Algunos explican que tienen miedo de salir de sus casas, otros se sienten inseguros en los edificios de las escuelas, algunas de las cuales resultaron dañadas durante el conflicto. En el caso de aquellos que se vieron a cambiar de residencia, el tener que hacer nuevos amigos les genera una gran ansiedad.

Según los datos recogidos por la ONG, durante los 51 días que duró el conflicto, 551 menores perdieron la vida en Gaza y otros 3.436 resultaron heridos. Además, se estima que unos 1.500 perdieron a sus padres, mientras que muchos más se quedaron sin casa y sus escuelas fueron dañadas o destruidas. En Israel, un niño murió por el fuego de un misil y 270 resultaron heridos.

RESULTADOS ALARMANTES

"Los resultados de esta encuesta son extremadamente alarmantes para los que trabajamos con niños en Gaza", ha afirmado el codirector de Save the Children en los Territorios Palestinos Ocupados, David Hassell.

"Han pasado por situaciones que provocarían pesadillas a cualquier adulto. El continuo bloqueo y la amenaza de un nuevo conflicto hace muy difícil que los niños se recuperen del trauma que han sufrido", ha subrayado.

Save the Children ha subrayado que un año después del conflicto, cerca de 100.000 gazacíes aún no tienen casa y la reconstrucción de la mayoría de las instalaciones sanitarias, redes de agua y escuelas aún no ha empezado.

"Muchos niños en Gaza han vivido ya tres guerras en los últimos siete años, la última especialmente dura. Están emocionalmente y, en muchos casos, físicamente destrozados", ha subrayado por su parte el director de Save the Children en España, Andrés Conde.

"El mundo no puede sentarse a mirar cómo las esperanzas de un futuro mejor para estos niños se desvanecen a causa el bloqueo y la amenaza de un nuevo conflicto. Los líderes políticos de todas las partes deben actuar, necesitan trabajar juntos para acordar un plan de paz que incluya el fin del bloqueo a Gaza", ha reclamado.

LLAMAMIENTO A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

La ONG considera que la comunidad internacional tiene un papel crítico a la hora de asegurar el bienestar de los niños en Gaza y defiende que todos los niños tienen derecho a una vivienda, a ir al colegio y a tener oportunidades, pero se les están negando todos esos derechos por falta de acción.

Por ello, reclama a la comunidad internacional que ejerza toda su influencia diplomática para poner fin al derramamiento de sangre y para que las partes acuerden medidas a largo plazo que terminen con este ciclo de violencia, incluyendo el fin del bloqueo.

"¿Por qué los niños de Gaza no tienen ningún derecho? ¿Por qué nadie puede sentir nuestro dolor?", señaló un chico de 14 años que llamó a una línea de teléfono de asistencia respaldada por la ONG, según recoge el informe.

"Quiero que un humano venga aquí y viva en Gaza solo durante dos horas. No quiero que se quede un día, solo dos horas para que sienta lo que nosotros sentimos", añadió el menor. "No hay alimentos, ni electricidad, ni agua. Nuestro futuro se ha ido. Todos los niños aquí necesitan tratamiento psiquiátrico. Y los niños cuyas familias han muerto, ¿cómo van a vivir?", preguntó.

Otra niña de 12 años contó a la ONG cómo fue perder su casa. "Vimos como nuestra casa era destruida. Yo lloraba porque tenemos recuerdos y sueños ahí, desde el día de nuestro nacimiento". "Tengo miedo de que puedan bombardearnos. Ahora estamos en la casa de mi abuelo. Mis recuerdos, dibujos, ropas, juguetes... todo ha desaparecido. No puedo vivir, solo siento dolor", explicó.

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