JERUSALÉN, 20 Jul. (Reuters/EP) -
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, evaluará si se deben retirar los detectores de metales instalados el domingo en las entradas al recinto de la Explanada de las Mezquitas, cuya instalación se produjo después del ataque mortal de la semana pasada en el que fallecieron dos policías israelíes.
La instalación de los detectores de metales ha generado enfrentamientos entre palestinos, que han arrojado piedras, y policías israelíes, que han disuelto a los manifestantes con granadas de aturdimiento en Jerusalén Este, anexionado por Israel.
Las tensiones se mantienen elevadas antes de las oraciones del viernes, en las que miles de musulmanes acudirán a la mezquita de Al Aqsa, el tercer santuario más sagrado del islam, en el recinto Muro de los Lamentos sagrado para el judaísmo. El Ejército de Israel ha informado de que ha puesto cinco batallones en espera para reforzar las tropas desplegadas si fuera necesario.
Los líderes religiosos musulmanes, que han dicho que los detectores de metales violan un delicado acuerdo sobre el culto y la gestión de la seguridad en el lugar, han instado a los palestinos cerrar todas las mezquitas el viernes y acudan a rezar a Al Aqsa.
El ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdan, ha explicado que Netanyahu va a realizar consultas de seguridad sobre el asunto, y probablemente tome la decisión durante su viaje de vuelta a Israel, tras sus visitas a Francia y Hungría. "El primer ministro está considerando si va a cambiar esta decisión, y esa es su prerrogativa" ha apuntado.
Los miembros del Gobierno de Netanyahu más extremistas le han pedido públicamente el mantenimiento de los dispositivos. Sin embargo, los medios de comunicación israelíes han informado de que los jefes de seguridad están divididos sobre esta decisión en medio de las protestas en Jerusalén Este y Cisjordania.
LLAMADA A LA CONFRONTACIÓN EN GAZA
El líder del movimiento islamista Hamás, que gobierna Gaza, Ismail Haniyeh, ha pedido a los manifestantes palestinos que se enfrenten a las tropas israelíes a lo largo de la frontera del territorio.
"Que el viernes sea un punto de inflexión en la batalla por la defensa de Jerusalén y Al Aqsa" ha sentenciado Haniyeh.
