Violencia en Burundi
MIKE HUTCHINGS / REUTERS
Actualizado: sábado, 19 marzo 2016 1:46

NUEVA YORK, 19 Mar. (Reuters/EP) -

El máximo responsable de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, ha asegurado este viernes que Burundi está atenazado por la situación en la que se encuentra, entre continuos abusos de los Derechos Humanos, y ha advertido de que está al borde de una repentina escalada de violencia "de proporciones masivas".

En declaraciones al Consejo de Seguridad, Al Hussein ha indicado que pese a haber visto ciertos progresos, como la liberación de algunos detenidos, la reapertura de una emisora independiente de radio o la cooperación gubernamental con expertos de derechos independientes, las violaciones graves continúan en el país.

En este contexto, ha indicado que no hay indicios de que se hayan reducido los casos de detenciones arbitrarias y que ha habido, por el contrario, un aumento en los registros de casos de malos tratos y tortura.

"La violación continuada de los Derechos Humanos y la impunidad de los perpetradores significa que gran parte del pueblo de Burundi vive bajo terror", ha indicado Al Hussein. "El país sigue al borde de una repentina escalada de violencia hacia proporciones masivas", ha añadido.

Burundi vive en una situación de inestabilidad social desde abril, cuando el presidente, Pierre Nkurunziza, anunció su intención de presentarse para un tercer mandato. Su decisión ha generado una oleada de protestas y el rechazo de la oposición, que tacha la medida de inconstitucional. Desde entonces más de 400 personas han muerto y grupos para la defensa de los Derechos Humanos han advertido de que el país podría estar deslizándose hacia una nueva guerra civil.

El pasado mes de enero, el Consejo de Seguridad realizó su segunda visita al país en menos de un año, donde el temor a una guerra étnica ha llevado también a una crisis económica. El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, también visitó Burundi en febrero.

"He expresado mi profunda preocupación de que una posible espiral de violencia haría que se volviera a correr el riesgo de caer en una guerra civil", explicó Ban al Consejo de Seguridad el viernes. "He pedido al Gobierno que tome medidas para dirigirse a esa violencia continuada y a la impunidad que lo impulsa", ha añadido.

Por su parte, Al Hussein ha instado al Consejo de Seguridad a tratar de persuadir al Gobierno de Burundi para que dé "pasos significativos hacia la verdadera reconciliación y hacia el diálogo nacional inclusivo".

COMUNIDAD INTERNACIONAL

La ONU continúa bajo presión ante las expectativas de que muestre que es capaz de detener la masacre en Burundi, más de dos décadas después del genocidio que tuvo lugar, en 1994, en el país vecino.

"La comunidad internacional debe modificar su perspectiva desde el enfoque de respuesta a las crisis hacia una cultura de acción temprana y prevención", ha explicado el secretario general.

La Unión Europea confirmó el lunes que había suspendido la ayuda financiera directa al Gobierno de Burundi, tras concluir que no había hecho lo suficiente para hallar una solución política.

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