MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, ha asegurado este jueves que las tensiones en la capital, Yuba, en torno a su disputa con el antiguo jefe del Ejército Paul Malong han sido resueltas, durante un acto en su vivienda en el que el propio Malong ha dado un abrazo al mandatario.
"Quiero garantizar que no habrá una confrontación. Si peleamos (de nuevo), los inversores que han venido a Sudán del Sur se irán corriendo", ha manifestado, según ha informado la emisora local Eye Radio.
A última hora del 12 de noviembre, el Gobierno sursudanés anunció la retirada de los soldados que habían sido desplegados en torno a la residencia de Malong en Yuba a raíz de la negativa de los guardaespaldas de éste de desarmarse como había ordenado Kiir.
El presidente autorizó el lunes al exjefe del Ejército Paul Malong --al que apartó del cargo en mayo y mantenía bajo arresto domiciliario-- a que viaje al extranjero para recibir atención médica.
La semana pasada, la mujer de Malong había anunciado que el Gobierno había levantado el arresto a su marido. "Mi marido ha sido liberado y se le ha permitido ir a realizarse pruebas médicas en África Oriental", declaró Lucy Ayak a la emisora estadounidense Voice of America.
El pulso entre Kiir y Malong en los últimos días había hecho temer un nuevo estallido de violencia en la capital. De hecho, algunos oficiales leales al antiguo jefe del Ejército han desertado junto a sus hombres y se han unido a los rebeldes que lidera el exvicepresidente Riek Machar.
Malong fue apartado del cargo en mayo por Kiir, quien le ordenó volver a Yuba después de que éste tratara de trasladarse a Aweil, su ciudad natal, junto con algunos hombres, aparentemente por temor a que pudiera lanzar una nueva rebelión en su contra. Aunque teóricamente ambos hicieron públicamente las paces, Malong fue puesto bajo arresto domiciliario en la capital.
Este mismo jueves, el jefe de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS), David Shearer, ha aplaudido el fin de las tensiones entre Kiir y Malong, destacando que supone que las partes "han puesto Sudán del Sur y la estabilidad en Yuba por encima de cualquier otra preocupación".
Asimismo, ha recalcado que la misión sigue comprometida con ayudar a lograr una paz duradera en el país, después del papel de mediación que ha jugado en esta disputa.
Sudán del Sur vive sumido en una guerra civil desde diciembre de 2013 que inicialmente enfrentó a las fuerzas leales a Kiir con los leales a Machar pero que en los últimos tiempos ha visto la proliferación de otros grupos armados. Como consecuencia de ello, casi 1,9 millones de sursudaneses se han convertido en desplazados internos y otros 2,1 millones han buscado refugio en los países vecinos.
