Una región bosniocroata se niega a acoger a 270 inmigrantes enviados desde Sarajevo

Los inmigrantes y refugiados rechazados por un cantón bosniocroata
REUTERS / DADO RUVIC
Actualizado: viernes, 18 mayo 2018 16:33

KONJIC, 18 May. (Reuters/EP) -

La Policía de una región (cantón) croata de Bosnia y Herzegovina ha rechazado y ha obligado a retornar a Sarajevo a un convoy de autobuses que trasladaba a 270 inmigrantes y refugiados con destino a un centro de recepción en el sur del país, según han informado las autoridades del país balcánico.

La decisión refleja las tensiones en el país ante la necesidad de gestionar la llegada de más de 4.000 inmigrantes y refugiados este año procedentes de Siria, Irak, Turquía, Argelia y Afganistán, después de que los traficantes de personas hayan creado una nueva ruta atravesando Bosnia para llegar a Croacia como punto de entrada en Europa. La ruta va desde Grecia y cruza Albania, Montenegro y Bosnia hasta llegar a Croacia.

Después de ser rechazados por la Policía del cantón croata, los migrantes han salido de los autobuses y se han quedado en la carretera sentados. Algunos de ellos han bebido en un arroyo cercano mientras algunos niños lloraban y varios adultos denunciaban que tienen miedo y hambre, según ha podido comprobar Reuters. Empresas locales les han facilitado alimentos.

La mayoría de los migrantes son musulmanes, una circunstancia que hace que los bosniocroatas, que son católicos, y los serbobosnios, que son ortodoxos, sean más reacios a acogerlos. Más de un millón de inmigrantes llegaron a Europa en 2015 desde el norte de África y desde Oriente Próximo provocando una crisis para la Unión Europea aunque pocos de ellos atravesaron Bosnia.

Los inmigrantes rechazados por el cantón bosniocroata estaban acampados en un parque de Sarajevo pero la oficina para los migrantes del Gobierno ordenó que fueran trasladados al centro de refugiados de Salakovac, situado a unos 100 kilómetros al sur de la capital del país.

Los autobuses en los que han sido trasladados han recibido el alto por parte de una decena de vehículos de la Policía local al salir de la localidad de Konjic, en cuya periferia comienza el cantón de Herzegovina-Neretva, controlado por autoridades bosniocratas.

Tras ser rechazados, los autobuses han vuelto por Konjic hacia el cantón de Sarajevo, donde fuerzas especiales de la Policía se han hecho cargo de la situación. La linde entre los dos cantones la marca un túnel y la Policía de Sarajevo está situada justo al final de la infraestructura, con la Policía del cantón bosniocroata justo en el otro extremo.

El Gobierno bosnio ha dicho esta semana que dará alojamiento a todos los inmigrantes y refugiados que están durmiendo en la intemperie y ha anunciado que reforzará la seguridad en la frontera con más patrullas policiales.

Bosnia y Herzegovina tiene catorce cuerpos policiales distintos. Uno de los cuerpos policiales opera a nivel estatal y hay otros dos que se encargan de las dos entidades que componen el país, la Federación, de mayoría croata y musulmana (bosniaca), y la Republika Srpska, la entidad serbobosnia. Diez cantones bosnios tienen su propia Policía, al igual que sucede con el distrito de Brcko, en el norte del país.

Responsables del Ministerio de Seguridad bosnio, que lidera los esfuerzos nacionales para la gestión de inmigrantes y refugiados procedentes de Oriente Próximo y norte de África, han asegurado que no les han informado con antelación del rechazo de la Policía del cantón bosniocroata a la llegada de los autobuses.

"Estamos intentando resolver el problema", ha explicado a Reuters un alto cargo del Ministerio, antes de subrayar que los migrantes no volverán a la ciudad de Sarajevo. Los medios locales han señalado que la Policía ha actuado siguiendo órdenes del Gobierno del cantón pero un portavoz de ese Ejecutivo no ha confirmado ese extremo.

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