Sandy Hook
REUTERS
   
Actualizado: viernes, 29 julio 2016 15:26

Desde la masacre en 2012 se han cometido más de un millar de tiroteos en masa en EEUU

El Congreso sigue bloqueado a la hora de impulsar una nueva legislación de armas

NUEVA YORK, 29 Jul. (EDIZIONES) -

El 14 de diciembre de 2012, Adam Lanza, un joven de 20 años de edad, entró en el colegio Sandy Hook (Newtown, estado de Connecticut) armado con un fusil de asalto semiautomático. Mató a tiros a 20 niños y a seis profesores en lo que se trata a día de hoy de la mayor matanza escolar de la historia del país, y una que dio por terminado, en palabras del analista del 'Mail on Sunday' Dan Hodges, el debate de las armas en Estados Unidos: "Una vez que América decidió que el asesinato de niños era soportable, se acabó".

Cuatro años después, una nueva escuela Sandy Hook abre sus puertas. El nuevo edificio, reconstruido desde sus cimientos y estimado en 50 millones de dólares, ha sido el escenario este viernes de un tour para los medios de comunicación antes del inicio oficial, a finales de agosto, del nuevo curso escolar. Un lugar, en palabras del alto funcionario de Newtown, Pat Llodra, "de comunidad y aprendizaje, un lugar para honrar a los que perdimos y para permitir a los abandonados que puedan dar un paso adelante".

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó la matanza de "crimen indescriptible" en un discurso donde reiteró la absoluta incapacidad del Gobierno norteamericano para imponer un cambio sustancial del protocolo del acceso a las armas de fuego. "No estamos haciendo lo suficiente. Y hay que cambiar eso, en nombre de Charlotte, Daniel, Olivia, Josephine, Ana, Dylan o Madeleine", declaró en memoria de los niños fallecidos.

Sandy Hook

La realidad, sin embargo, es bien distinta. Desde la matanza hasta julio de este año, se han producido en Estados Unidos al menos 1.069 tiroteos en masa que han costado las vidas de 1.206 personas y herido a 4.226, según cifras del grupo Gun Violence Control. Entre ellas medio centenar de muertos y 53 heridos por el tiroteo masivo de junio en el club gay Pulse, de Orlando (Florida), el más letal de todos.

"No tendría que estar hoy aquí", proclamó el jueves ante la Convención Demócrata Erica Smegielski, hija de la directora del colegio, Dawn Hochsprung, muerta por los disparos de Lanza. "No quiero estar hoy aquí. Debería estar en casa con mi madre. Pero mi madre fue asesinada. Necesitamos una reforma. No queremos otro Charleston (nueve muertos), otro San Bernardino (14 muertos), otro Dallas (ocho muertos) ni cualquier otro acto por arma de fuego que nunca llega a los titulares", lamentó.

A pocos meses de las elecciones y con Hillary Clinton y Donald Trump ya dispuestos para iniciar su campaña final hacia la Casa Blanca, el debate sigue completamente paralizado por los bloqueos de la mayoría republicana en el Congreso de Estados Unidos, amparada en su perenne defensa de los preceptos de la Segunda Enmienda de la Constitución.

Las familias de las víctimas luchan en los tribunales contra la compañía de armas Remington -- fabricante del fusil de asalto empleado por Lanza --, a la que acusan de negligencia mientras la empresa se niega a divulgar información, protegida por las leyes sobre competitividad.

Fusil

Y el pasado mes de junio, el Senado de Estados Unidos fue incapaz de aprobar cuatro enmiendas bipartidistas para imponer nuevas restricciones a la adquisición de armas. Los demócratas creen que las medidas republicanas no tendrán impacto alguno, los republicanos ven a los demócratas como una amenaza a los principios del individuo.

El senador demócrata por Connecticut, Chris Murphy, expresó el sentir de una comunidad entera con estas palabras tras el voto: "¿Sorprendido? No. Humillado, pero no sorprendido", lamentó. "Sinceramente, no creo que la democracia, en sí misma, como concepto, permita durante mucho tiempo más que este Congreso esté tan absolutamente desconectado del pueblo estadounidense", anticipó.

UN NUEVO COMIENZO

Durante estos últimos cuatro años, los estudiantes de Sandy Hook han cursado en la vecina localidad de Monroe, que a su vez ha renovado su propio colegio para alojar a los niños.

La nueva Sandy Hook acogerá a 390 niños este otoño, 30 de ellos supervivientes de la masacre, según las cifras proporcionadas por el superintendente escolar de Connecticut, Joseph Erardi. Ninguno de ellos fue testigo de los disparos: se escondieron en sus clases, aterrorizados, hasta que la Policía despejó el edificio. Para entonces era tarde. Adam Lanza efectuó la masacre en solo cinco minutos antes de descerrajarse un tiro en la cabeza.

Sandy Hook

Las autoridades esperan que este nuevo edificio -- unos 80.000 metros cuadrados, de diseño ecológico pero con la última tecnología en vigilancia audiovisual -- sea en sí mismo el memorial por los fallecidos. No habrá ninguna estatua, ningún monumento o ningún recuerdo, que se sepa por el momento. "No voy a responder a ello", declaró Erardi a los medios, "porque hacerlo significaría desvelar las conversaciones privadas con las familias afectadas, que siempre van a permanecer en el terreno de la confidencialidad".

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