Rasmussen defiende una mayor cooperación entre la fuerza de reacción de la OTAN y los grupos de combate de la UE
BRUSELAS, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha defendido este martes que "Rusia debería dejar de ser parte del problema y comenzar a ser parte de la solución" en la crisis ucraniana y ha subrayado que "la mano de Rusia está profundamente implicada" en las nuevas acciones violentas en el este de Ucrania.
"Rusia debería dejar de ser parte del problema y comenzar a ser parte de la solución", ha afirmado el danés en su cuenta de Twitter tras reiterar su "profunda preocupación por la situación en Ucrania", tanto por la continuidad de la violencia de "pequeños grupos separatistas" en el este de Ucrania como por "la presión militar de Rusia en la frontera de Ucrania" y algo que ha repetido a la prensa a su llegada a la reunión de los ministros de Defensa de la UE en Luxemburgo.
Rasmussen ha vuelto a acusar a Rusia de estar detrás de las nuevas acciones violentas en el este de Ucrania y le ha instado a "desescalar la crisis, retirar su tropas de las fronteras de Ucrania, parar de desestabilizar la situación en Ucrania y dejar claro que no apoya las acciones violentas de separatistas prorrusos" desde Luxemburgo.
"Está muy claro que la mano de Rusia está profundamente implicada en esto", ha denunciado el danés, que ha insistido en que "nuestra información es fiable" aunque ha rechazado entrar en detalles sobre la "inteligencia" aliada para justificar estas acusaciones, que Rusia ha rechazado.
El secretario general aliado ha asegurado que apoyan "todos los esfuerzo de la comunidad internacional para encontrar una solución política" que es "la manera correcta adelante" pero ha subrayado la importancia de que compete a los ucranianos decidir por sí mismos el futuro de su país y que "cualquier solución durable debe cumplir las aspiraciones democráticas de todo el pueblo ucraniano y respetar plenamente la soberanía e integridad territorial de Ucrania".
AVANZARÁ MEDIDAS PARA REFORZAR LA DEFENSA COLECTIVA
Aunque ha dejado claro que la OTAN no discute "opciones militares" en respuesta a la crisis ucraniana sí estudia "reforzar militarmente la defensa de nuestro aliados", la "tarea principal" de la Alianza.
Así, Rasmussen ha avanzado que informará a los ministros de Defensa de la UE "las medidas que la OTAN ha tomado y tomará para reforzar más la defensa colectiva en el mar, aire y en tierra" que prevén "reforzar los planes de defensa, ejercicios reforzados y despliegue s apropiados".
"Es un poco pronto entrar en detalles sobre cómo reforzaremos en términos concretos la defensa colectiva, pero nadie debe dudar de nuestra determinación de garantizar la defensa y protección efectiva de todos los aliados", ha subrayado.
ENTRENAR MÁS E INVERTIR EN CAPACIDADES
El secretario general aliado ha avanzado que pedirá a los Veintiocho "reforzar la cooperación entre la OTAN y la Unión Europea" y sus "socios estrechos". "Necesitamos entrar más y hacer ejercicios conjuntos, por ejemplo entre la Fuerza de Reacción de la OTAN y los grupos de combate tácticos para que estemos preparados para lo que el futuro pueda traer", ha defendido en Luxemburgo y tal y como avanzó en un 'tuit'.
La Fuerza de Reacción de la OTAN es la fuerza de intervención rápida compuesta por hasta 13.000 efectivos con capacidad para desplegarse en cualquier escenario en un plazo de cinco días y durante un máximo de 30, y más si son reabastecidas. La fuerza puede incrementarse hasta los 30.000 efectivos y debe poder llevar a cabo una variedad de misiones, en cualquier lugar y en distintas configuraciones.
Los líderes europeos acordaron en la cumbre de diciembre mejorar el uso de los grupos de combates tácticos de la UE, incluido flexibilizando el uso de sus diferentes componentes.
Los grupos de combate tácticos son grupos de respuesta rápida multinacionales de entre 1.500 y 2.000 efectivos de distintos componentes --terrestre, apoyo aéreo, logístico, médico, combate--, rápidamente desplegables para poder llevar a cabo misiones de gestión de crisis autónomas de la UE o para apoyar la fase inicial de operaciones mayores, normalmente bajo mandato de la ONU.
Su creación en 2004 se inspiró en la misión europea 'Artemis' en República Democrática del Congo lanzada un año antes, aunque nunca han sido utilizados por la falta de voluntad política y financiación común para desplegarlos.
En todo caso, convertirlos en una fuerza similar a la de la OTAN se descarta a corto plazo porque sería muy complicado tanto en términos políticos como legales, entre otros porque habría que cambiar por completo el concepto de estos grupos, han explicado fuentes europeas.
"Esta crisis es una llamada de atención para todos en Europa. Ya no podemos dar por hecha la seguridad. Tenemos que invertir en ella si queremos preservarla", ha avisado en la red social, antes de antes de participar en una reunión con los ministros de Defensa de la UE en la que discutirán la implicación de la intervención militar rusa en Ucrania para las capacidades militares de los europeos.
Rasmussen lleva ya tiempo instando a los países de la UE a revertir la tendencia de los recortes en Defensa por la necesidad de equilibrar el peso de la carga entre Estados Unidos y el resto de aliados, pero ahora cobra una nueva dimensión tras la crisis ucraniana.
