Beti Jai
IU MADRID
Actualizado: sábado, 11 febrero 2017 11:08

MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Madrid estudiará permitir el acceso de los madrileños a las obras del Beti Jai una vez hayan concluido los trabajos de consolidación de la estructura del frontón.

Así lo ha afirmado este viernes el concejal presidente de Centro y Chamberí, Jorge García Castaño, en declaraciones a Europa Press, en las que además ha añadido que cree "que se podrá hacer", a pesar de que las tareas de consolidación de la estructura han llevado más tiempo del previsto.

En una reunión mantenida el pasado martes entre García Castaño, la Asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio, con el director de Gabinete de Cultura y Deportes, José Haro, y la directora General de Intervención en el Paisaje Urbano y el Patrimonio Cultural, Marisol Mena, se planteó la posibilidad de instaurar en el Beti Jai el programa 'Abierto por obras'.

Este programa, llevado a cabo en las obras de rehabilitación de la Catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz, permite que los vecinos conozcan "en qué se invierten sus impuestos" y que contemplen el proceso de las obras de remodelación.

El vicepresidente de Madrid Ciudad y Patrimonio, Álvaro Bonet, ha señalado en declaraciones a Europa Press que en la reunión se quería plantear "algo parecido al caso de Vitoria".

"Queremos que se pueda plantear una visita pública para que se vaya conociendo el edificio desde esta perspectiva para ver la evolución", ha precisado Bonet, quien ha añadido que Madrid Ciudad y Patrimonio estará "vigilante" al proceso y ofrecerá "una colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, para poder sacarle el mejor partido".

Además, Bonet ha precisado que quieren que el frontón se recupere "con su función original", ya que es un edificio "de carácter único".

BETI JAI

El Beti Jai se organiza en torno a un espacio al aire libre, de 67 metros de largo y 20 de ancho en el que se ubica la cancha de juego. Por el lado oeste y norte está cerrada por un graderío. Al sur se cierra también con un muro para frontón adosado a la fachada interior del cuerpo que da a la calle Marqués de Riscal.

Realizado en diferentes estilos, destaca el eclecticismo de la fachada principal, el neomudéjar presente en las paredes del frontón y fachada posterior del cuerpo a calle y la arquitectura del hierro característica del siglo XIX en el graderío.

Las gradas tienen una capacidad aproximada para 4.000 espectadores y se articulan en cuatro plantas, cerradas al interior mediante balcones con barandillas y comunicadas entre sí a través de escaleras de madera. Se sostiene por medio de un entramado de columnas y vigas de hierro forjado, algunas de ellas curvadas para dar inclinación a las gradas. En los techos se conservan restos de frescos.

El Frontón Beti-Jai ('siempre fiesta' en euskera) es una antigua instalación deportiva para el juego de pelota vasca,construida en Madrid a iniciativa del empresario José Arana, quien encargó el proyecto al arquitecto Joaquín de Rucoba, autor de la plaza de toros de la Malagueta, el Ayuntamiento de Bilbao o el teatro Arriaga. Lo hizo en un periodo en alza del deporte de pelota, que llegó a contar con más de una treintena de instalaciones en Madrid.

Fue iniciado en 1893 e inaugurado en abril del año siguiente. Estuvo precedido por orden cronológico por tres frontones: Jai Alai (1891), Fiesta Alegre y Euskal Jai, muestra de la popularidad que alcanzó este deporte en la capital, ha recordado el Ayuntamiento de Madrid en un comunicado. Estuvo en funcionamiento hasta 1919. Con la Guerra Civil, sus instalaciones fueron reconvertidas en comisaría y, durante los primeros años del franquismo, sirvió como lugar de ensayo de bandas musicales vinculadas a Falange.

A mediados del siglo XX se vendió a la empresa Citroën, que lo utilizó como taller de reparación de automóviles. Estuvo sin uso desde 1989 y la cancha estuvo ocupada con distintas edificaciones. El graderío fue eliminado y cerradas las galerías de la planta baja y primera con tabiques de rasilla. En 1997 el inmueble fue adquirido por la sociedad vasca Frontón Jai Alai, que inicialmente pretendía su recuperación para uso deportivo. Posteriormente la propiedad pasó a manos de la empresa Aguirene.

El 27 de enero de 2011 fue declarado como Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento. En ejecución de las previsiones del Plan General que señala la parcela a obtener por expropiación, en 2010 el Ayuntamiento de Madrid inicia un proceso de expropiación que finaliza en 2015, año en el que pasa a propiedad municipal. En la actualidad se están llevando a cabo obras de consolidación del edificio por la dirección de Patrimonio de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid.

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