Recreación de la primera corporación democrática en el Ayuntamiento de Madrid
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 26 abril 2018 18:36

Tierno Galván: "es muy difícil saber perder pero también saber ganar e incluso a veces ganar con dignidad es más difícil"

MADRID, 26 (EUROPA PRESS)

El Ayuntamiento de Madrid ha tirado de 'máquina del tiempo' y ha conseguido que el que fuera alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván, junto a los exconcejales Joaquín Leguina, José Barrionuevo, José María Álvarez del Manzano, Ramón Tamames, Florentino Pérez, Eduardo Mangada, Luis Eduardo Cortés, Luis Peral o Cristina Almeida hayan vuelto a sus escaños en la que fue la primera Corporación democrática tras la dictadura franquista.

Los actores Pedro Casablanc, Luis Callejo, Alfonso Lara, Luis Moreno, Íñigo Rodríguez o Luis Bermejo han dado vida a alguno de los ediles en la lectura dramatizada que ha tomado la Casa de la Villa en uno de los actos por los cien años del 'Viejo Profesor'. Alberto San Juan ha dado vida al secretario del Pleno.

Los actores han revivido, mezclados en las bancadas con concejales actuales, el Pleno de investidura del 19 de abril de 1979. La Corporación entonces estaba compuesta por 59 concejales --25 ediles de UCD, otros tantos del PSOE y nueve del PCE--. Un total de 54 de ellos eran hombres y sólo cinco eran mujeres.

El que sería designado como alcalde, Enrique Tierno Galván, declaró ante una crítica de UCD que "es muy difícil saber perder pero también saber ganar" e incluso "a veces ganar con dignidad es más difícil".

ADAPTAR LO NUEVO A LO ANTIGUO

A las 11.05 horas comenzaba un pleno de investidura por el que Tierno Galván llegó a ser el primer alcalde democrático de Madrid tras la dictadura. "Necesitamos muchas y grandes reformas, respetar lo útil porque no siempre se puede construir sobre lo ya construido y es inútil. Hay que procurar que lo nuevo se adapte a lo antiguo y a lo mejor", eran las primeras palabras del 'Viejo Profesor' en su investidura.

Tierno Galván definía la democracia con una palabra, "confianza", que se oponía a la "desconfianza" propia del autoritarismo. "Confianza en un Ayuntamiento democrático y transparente, confianza en el pueblo y para el pueblo, confianza entre concejales, entre todos, que la ideología no haga convivir en la desconfianza que seca el alma y la conciencia", defendía.

"Confío en el futuro, en el pueblo de Madrid", declaraba, después de desear "la confianza en la calle". En su primer discurso como ya alcalde de Madrid se refirió a "los jóvenes y a los viejos que son jóvenes", que dan identidad a Madrid. La juventud, según el Viejo Profesor, se definía por "un deseo de saber, por la curiosidad por la cultura" expresando "ese deseo de saber que hasta el momento no se ha satisfecho".

"LA ALEGRÍA, NUNCA AJENA A LOS MADRILEÑOS"

Sus últimas palabras eran para "la alegría, que nunca es ajena a los madrileños" en un Ayuntamiento que "no puede ser un matorral de abusos y descuidos". "El camino que viene por delante es difícil pero no imposible. Hay poco dinero, muchas deudas y escasas atribuciones pero mi confianza es absoluta", sentenciaba.

Y su confianza era plena porque eran compatibles la defensa que el PCE hizo diciendo que "Madrid tiene arreglo", la declaración de UCD diciendo que la capital debe ser "una ciudad para vivir" y el PSOE que debía ser "un modelo de libertad e igualdad urbana".

 

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