Gallardón llega a la mitad de la legislatura con la mirada puesta en los Juegos y con críticas por el nivel de deuda

Actualizado: lunes, 25 mayo 2009 21:06

Baja la intensidad de sus choques con Aguirre, pero siguen enfrentados en Caja Madrid y en diversos temas más locales

MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y su equipo de Gobierno llegarán este miércoles al ecuador de la VIII legislatura con la mirada puesta en conseguir los Juegos Olímpicos de 2016 el próximo 2 de octubre en Copenhague y con críticas de la oposición por el nivel de deuda alcanzado por el Ayuntamiento, vista la actual coyuntura económica.

El miércoles se cumplen dos años de las últimas elecciones municipales que revalidaron la mayoría absoluta del PP y, por tanto, de Gallardón, que ha pasado unos últimos doce meses más tranquilos que los anteriores, marcados fundamentalmente por su ofrecimiento para ir en las listas del PP al Congreso de los Diputados y el rechazo de su presidente, Mariano Rajoy.

Tras las turbulencias causadas por esta negativa, Gallardón amagó con dejar el Ayuntamiento (y la política), aunque luego decidió quedarse al frente del Ejecutivo local por "responsabilidad" con los ciudadanos. En cualquier caso, supeditó en cierta medida su permanencia a conseguir los Juegos al decir que su "responsabilidad más importante es conseguir que Madrid albergue los Juegos Olímpicos de 2016" y que supeditaría "cualquier otra cosa para conseguirlo".

Además, afirmó que "a día de hoy" no contempla la posibilidad de presentarse a un tercer mandato, y rechazó en varias ocasiones que se fuera a marchar a Bruselas como eurodiputado, alegando que "la única candidatura" en la que estaba es "para conseguir los Juegos Olímpicos", por lo que a partir del 3 de octubre Gallardón deberá afrontar una nueva decisión aún no aclarada sobre su futuro.

En cualquier caso, desde mayo del año pasado Gallardón ha estado tan centrado en la carrera olímpica, con continuos viajes por todo el mundo para promocionar el proyecto madrileño y la visita de la Comisión de Evaluación del COI a la capital, que apenas le ha quedado tiempo para discutir con su alter ego, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, con quien el año anterior protagonizó discusiones muy sonadas a nivel de partido, que derivaron después en choques entre ambas instituciones, como por ejemplo a cuenta de la remodelación del Paseo del Prado, aún en estudio por parte de la Comunidad de Madrid desde que se enviaron los primeros documentos en marzo de 2008.

Aun así, Aguirre y Gallardón han discutido por la tala de árboles en la reforma de la calle Serrano, por la que el Ejecutivo autonómico presentó incluso una denuncia ante la Fiscalía Medioambiental contra la empresa concesionaria de la obra; por la prohibición de los hombres-anuncio, medida que el primer edil acabó retirando de su ordenanza; o por la nueva norma de Publicidad Exterior, que la Comunidad de Madrid ha recurrido por presunta invasión de competencias.

Caja Madrid ha sido otro escenario de las desavenencias entre ambos líderes, que pugnan por controlar los órganos de dirección, que deben ser renovados este año. De hecho, el Gobierno autonómico ha modificado incluso la Ley de Cajas para restar poder a los ayuntamientos y para evitar que Miguel Blesa pueda renovar al frente de la entidad financiera, lo que ha generado situaciones tan delirantes como la elección de dos presidentes de la Comisión de Control o broncas ampliamente recogidas por los medios en el seno de la asamblea general.

ESPÍAS Y CORRUPTELAS

Pese a la aparente tranquilidad en las relaciones Sol-Cibeles, la situación volvió a tensarse en enero, cuando salió a la luz una presunta red de espionajes en el seno de la Comunidad de Madrid entre cuyas víctimas se contaba el vicealcalde y mano derecha de Gallardón, Manuel Cobo, quien presentó una denuncia por la que actualmente se siguen investigando los hechos.

Las informaciones publicadas llevaron incluso a la apertura de una efímera comisión de investigación en la Asamblea de Madrid a la que tanto Gallardón como Cobo reconocieron que querían acudir, si bien finalmente las sesiones se cerraron sin que los dos responsables municipales pudieran declarar.

Poco después de salir a la luz este escándalo, al PP de Madrid y a Aguirre les estalló otro en las manos: el caso Gürtel de presuntos tratos de favor por parte de algunos responsables autonómicos a las empresas de Francisco Correa. Mientras la presidenta regional tenía que defender a consejeros y diputados autonómicos, Gallardón ha salido bien parado de ambos escándalos.

CRISIS ECONÓMICA

Como telón de fondo de todas estas situaciones se enmarca la crisis económica, que ha obligado al Ayuntamiento a endeudarse en 1.707 millones de euros más para poder cubrir el déficit generado en los presupuestos de 2008 como consecuencia, fundamentalmente, de la caída en los ingresos por concepto de venta de suelo y por la deficiente financiación local.

A lo largo de este segundo año de legislatura, la lucha de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) por conseguir que el Ejecutivo central cambie la financiación de las corporaciones locales a la vez que renueva la financiación autonómica ha sido una constante en las explicaciones del Ejecutivo local sobre la situación de las arcas municipales.

De hecho, la oposición ha cargado contra Gallardón y contra su delegado de Hacienda, Juan Bravo, por la subida de los impuestos (26 por ciento) y por la caída de las inversiones (22 por ciento), que se han podido subsanar en cierta medida gracias a los 554 millones de euros procedentes del Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL), con el que el Consistorio podrá realizar 269 proyectos antes de diciembre.

En este contexto, Gallardón fue capaz no obstante de llegar a un acuerdo con los sindicatos UGT y CC.OO. sobre un centenar de medidas a realizar para afrontar la crisis e intentar frenar la destrucción de empleo en la capital, consenso al que se sumó también la patronal.

En cuanto al caso Guateque, abierto a finales de 2007, el Ayuntamiento aprobará próximamente una nueva ordenanza de licencias que abrirá la puerta a entidades certificantes privadas para reducir el colapso de 21.000 licencias sin tramitar desde 2005 hasta ahora.

EL PEOR MOMENTO DEL AÑO

En cuanto al peor momento de este último año, se podría repartir entre el accidente de un avión de Spanair al despegar del aeropuerto de Barajas y la muerte el pasado mes de noviembre, a las puertas de la discoteca El Balcón de Rosales, del joven Álvaro Ussía, que sufrió presuntamente la paliza de uno de los porteros del local y falleció tirado en el suelo.

Con respecto al éste último, las críticas de la oposición por que la sala siguiera abierta a pesar de constar con 57 denuncias de la Policía Municipal, llevaron a una ola de clausuras de locales por toda la capital a causa de deficiencias y falta de licencias.

Como alegrías conseguidas por Gallardón este año destacan el desbloqueo de las operaciones de la cárcel de Carabanchel con el Ministerio del Interior y la de Chamartín con el de Fomento, dos proyectos paralizados desde hacía más de diez años y que por fin consiguieron salir adelante, como también continúa el proyecto estrella del alcalde: Madrid Río.