Incoan expediente para declarar BIC el gimnasio del Colegio Maravillas

Actualizado: martes, 17 octubre 2017 19:00

MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Comunidad de Madrid ha incoado expediente para declarar Bien de Interés Cultural (BIC), en categoría de monumento, el gimnasio del Colegio Maravillas de Madrid, que marca un "punto de inflexión en la historia de la arquitectura española".

El edificio del Gimnasio del Colegio Maravillas, situado en la calle Joaquín Costa 21 de Madrid, del barrio de El Viso, es una obra "pionera y emblemática de Alejandro de la Sota, que marca un punto de inflexión en la historia de la arquitectura española y ha ejercido una notable influencia en las generaciones posteriores de arquitectos".

Según consta en la resolución de la Dirección General de Patrimonio, avanzada por El País y a la que ha tenido acceso Europa Press, a partir de ahora se abre un periodo de información pública por un plazo de un mes desde su publicación en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM). Durante ese tiempo se dará audiencia a los interesados, al Ayuntamiento de Madrid y al Consejo Regional de Patrimonio Histórico.

ENCARGADO A ALEJANDRO DE LA SOTA EN 1960

El gimnasio del Colegio Maravillas es una ampliación del Colegio de Nuestra Señora de las Maravillas, que se encargó en 1960 al arquitecto Alejandro de la Sota.

El arquitecto conocía el lugar, porque en 1958 había realizado un levantamiento de planos del solar para los Hermanos de las Escuelas Cristianas de La Salle y se encontró con una obra ya iniciada con cuyos planteamientos no estaba de acuerdo.

Así pues, propuso a la propiedad modificar el proyecto y aunque se encontró con cierta resistencia, finalmente consiguió autorización para cambiarlo aprovechando lo ejecutado.

En mayo de 1960 se presentó un nuevo proyecto en el Ayuntamiento, que tenía en común con el anterior el uso de la cubierta como patio de juegos y la presencia de un semisótano, pero que era conceptualmente muy distinto.

En este caso, el edificio se resolvía completamente con estructura de acero, salvo el semisótano, y la arquitectura era "radicalmente moderna", próxima a los planteamientos de la arquitectura industrial o la ingeniería.

"Si interesante e imaginativa resultó la solución arquitectónica del gimnasio, mayor importancia tuvo su planteamiento compositivo y estético, ya que abrió la puerta a otras maneras de entender el hecho arquitectónico y a eliminar barreras entre distintas áreas de la actividad constructora", indica la resolución de la Dirección General de Patrimonio Cultural.

También señala que además de presentar la estructura metálica vista sin ningún tipo de complejos, el gimnasio del Colegio está hecho con "materiales considerados innobles como la chapa plegada o los paneles acústicos Viroterm". Cada material está utilizado de forma racional sacando partido de sus características, su color y su textura, añade.

El gimnasio significó, tras su inauguración en 1962, "un salto cualitativo respecto a la producción arquitectónica contemporánea como opción completamente original", indica Patrimonio, que destaca que "fue uno de los primeros edificios realizados en Madrid con estructura enteramente metálica".

Además, en 1970 se construyó una piscina cubierta en el semisótano, destinado en origen a almacén y espacio de entrenamiento. Fue realizada por Ramón Urmeneta siguiendo las pautas proporcionadas por Alejandro de la Sota.

La directora general del Patrimonio de la Comunidad de Madrid, Paloma Sobrini, ha destacado, en declaraciones a Europa Press, que en el gimnasio del colegio Maravillas se trabajó "en sección" y ha resaltado también la idea de invertir las cerchas metálicas. A su juicio, de la Sota fue "tremendamente ingenioso" a la hora de aprovechar la luz.

EL CIUDADANO, EL "MEJOR GARANTE DE LA CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO"

"El mejor garante para la conservación es el ciudadano que conoce el patrimonio porque lo valora y lo hace suyo", ha afirmado la directora general del Patrimonio.

Poniendo la vista en el gimnasio del colegio Maravillas, ha dicho que "la gente no conoce la arquitectura contemporánea", y ha indicado el proceso de difusión del patrimonio más reciente es una asignatura pendiente".

Asimismo, ha sostenido que la declaración de un Bien de Interés Cultural o Patrimonial "no es solo una medalla", sino que una vez que se conocen los valores relevantes "se pueden marcar los criterios de las futuras intervenciones".