Las obras de desdoblamiento de la M-509, que concluirán en primavera, cuentan con una inversión de 26 millones de euros

El Consejero De Transportes E Infraesturas, Antonio Beteta.
EUROPA PRESS
Actualizado: sábado, 9 julio 2011 17:44

MAJADAHONDA, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -

El consejero de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Antonio Beteta, ha visitado este sábado las obras de desdoblamiento de la carretera M-509, que unirá los municipios de Majadahonda y Villanueva del Pardillo, para las que se ha contado con un presupuesto de 26 millones de euros y que se estima finalizarán en primavera.

Hasta el momento ya se ha ejecutado el 10por ciento de las obras de desdoblamiento, que permitirán agilizar la circulación y mejorar la seguridad vial de todos cuantos utilicen esta carretera, convirtiéndose en "un gran eje distribuidor" que conectará y complementará a la ya desdoblada M-503.

El consejero de Transportes, acompañado por el alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá Alfaro, y el alcalde de Villanueva de Pardillo, Juan González Miramón, ha recorrido el tramo de 5,1 kilómetros de la M-509 para conocer la evolución de estos trabajos, y ha destacado la buena marcha de las obras.

Beteta, ha manifestado que ésta es una actuación con una "complejidad técnica tremenda donde además hay que llevar a cabo una movilización de canalizaciones del Canal de Isabel II y canalizaciones del gas para poder garantizar, al mismo tiempo que se hace esta infraestructura, el servicio normal de los vecinos de las urbanizaciones de la zona".

Además, el consejero ha recordado que la seguridad vial sigue siendo una "prioridad" para el Gobierno que preside Esperanza Aguirre y que, muestra de ello, es esta nueva infraestructura en el Noroeste de la región, que cuenta con una inversión de 26 millones de euros y que beneficiará directamente a más de 100.000 madrileños.

Según el Gobierno regional, el importante desarrollo experimentado en la zona ha provocado que en la actualidad, la intensidad media de circulación alcance los 25.000 vehículos diarios, mucho más del doble de la cantidad a partir de la cual se recomienda el desdoblamiento, estimada entre 13.000 y 15.000 vehículos.

Para mejorar esta situación, Beteta ha explicado que el proyecto contempla la supresión de tres rotondas que ahora generan importantes problemas en el tráfico, ya que producen graves embotellamientos, especialmente en horas punta, y la construcción de enlaces más seguros, mediante la creación de vías de servicio, para facilitar los accesos a las urbanizaciones colindantes como Las Vegas, Villafranca del Castillo y Santa María.

ACERAS MÁS ANCHAS Y NUEVAS PARADAS DE AUTOBÚS

El proyecto prevé también la construcción de nuevas aceras de dos metros de ancho y la reubicación de las paradas de autobús. Además, será una carretera "más segura", con arcenes más amplios y que estará vallada en todo su recorrido para evitar que entren animales.

La nueva autovía contará con dos carriles por sentido y supondrá un importante ahorro de tiempo para los conductores que diariamente se desplazan por el Noroeste de la región.

El enlace con la M-50 desde Villanueva del Pardillo se realizará mediante ramales directos, evitando así que los conductores tengan que detenerse en la rotonda y facilitando el paso de los vehículos. Igualmente, la obra contará con nueve estructuras y cuatro muros de contención.

Entre las estructuras destacan: un viaducto sobre el Río Guadarrama, además de otro viaducto para salvar los accesos a la depuradora del Canal de Isabel II, tres pasos superiores, cuatro inferiores, y una pasarela peatonal para el acceso a la urbanización Entreálamos. Además serán necesarios cuatro muros de contención, dos de ellos de hormigón, otro de tierra armada y otro de pantalla de pilotes.

La apuesta de la Comunidad de Madrid por la seguridad vial ha permitido reducir la siniestralidad en las carreteras de la región, de forma que en 2010 se registró la cifra más baja de víctimas mortales desde que el Gobierno regional tiene competencias en materia de carreteras. Además, desde 2001 y hasta 2010 la mortalidad en las carreteras madrileñas se redujo en un 67,2 por ciento.