Los expertos insisten en que hay que instalar bolardos para protegerse del terrorismo

Bolardos en La Rambla de Barcelona
Europa Press - Archivo
Actualizado: domingo, 19 agosto 2018 10:12

El Instituto Coordenadas ve una diferencia "bochornosa" entre las estructuras de defensa pasiva de las ciudades europeas y españolas

MADRID, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -

El equipo de trabajo de seguridad local del Instituto Coordenadas para la Gobernanza y la Economía Aplicada ha realizado un estudio, un año después de los ataques terroristas ocurridos en Barcelona y Cambrils, que concluye que los ayuntamientos españoles tienen que desarrollar urgentemente un operativo de instalación de bolardos en sus calles para proteger a la población.

El estudio destaca que en el atentado sufrido en las Ramblas en agosto de 2017, el único objeto que frenó el ataque fue un quiosco, ya que no había ningún bolardo en los 600 metros recorridos por la furgoneta. A su juicio, ésa es una prueba de la efectividad de las protecciones físicas ante los ataques.

El vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas, Jesús Sánchez Lambás, considera que "el abismo entre las estructuras de defensa pasivas en las ciudades europeas y españolas es tan bochornoso que se sitúa en el límite de la responsabilidad patrimonial del Estado ante cualquier incidente".

En este sentido, el Instituto de Coordenadas insta a todos los ayuntamientos españoles a desarrollar urgentemente un plan, con presupuesto y calendario, para comenzar la instalación de bolardos en las vías públicas y proteger "de forma permanente" a los más de 45 millones de personas y 80 millones de turistas de nuestro país.

INTERIOR YA LO RECOMENDÓ EN 2016

En diciembre de 2016, tras los ataques sufridos ese mismo año en Berlín y Niza, el Ministerio del Interior envió una nota a los ayuntamientos en la que abogaba por instalar bolardos y macetas como parte una de las medidas de prevención de ataques terroristas durante esas fiestas navideñas.

Gracias a los bolardos, sostiene el Instituto, se ha evitado una tragedia en el ataque terrorista al Parlamento británico de hace una semana. Sánchez Lambás subraya que estos elementos no solo sirven para frenar un ataque terrorista, sino que "disuaden y transmiten sensación de protección a la ciudadanía".

Asimismo "no tienen por qué sacrificar la fisionomía de los espacios públicos" ni impedir a los peatones moverse por la ciudad, sino que se trata de encontrar el equilibrio entre servicio y estética". Así, aconseja "complementar los bolardos con los recursos de protección que ya están ahí, como fuentes, jardineras o árboles".

TRIPLE PROTECCIÓN

Asimismo destacan que, con el fin de adaptarse a cualquier espacio público y a diferentes niveles de protección, existen diferentes tipos de bolardos y materiales. Los principales tipos son bolardos guía, los "antiterrorista" y los de alta seguridad, y lo ideal sería desplegar un triple operativo combinando todos los elementos.

Los bolardos guía son de pequeño tamaño y por lo tanto, los menos resistentes. Están hechos generalmente de metal y son fácilmente integrables en la arquitectura de la ciudad. En realidad están en todas partes pero muchas veces no se percibe. Son aquellos que se encuentran a lo largo de las aceras, al lado de las farolas, semáforos o papeleras.

Los bolardos "antiterrorista" y de alta seguridad son muy parecidos, pero se suelen colocar en lugares diferentes. Los antiterroristas, también conocidos como "bolardos choque", suelen ser de acero y pueden resistir ataques de coches, camiones, e incluso cargas explosivas. Habitualmente se instalan cerca de edificios como centros comerciales, aeropuertos y estaciones de tren.

El último tipo, los bolardos de alta seguridad, se encuentran en vías públicas con mucho tráfico peatonal y turismo. Además cuentan con una versión móvil para grandes eventos como conciertos de música, maratones, manifestaciones o eventos deportivos. Su principal inconveniente es que no pasan muy desapercibidos, ya que muchas veces son bloques de piedra de gran tamaño. Sin embargo, gracias a ellos se pueden minimizar o incluso evitar atentados.

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