Unos 200.000 libanenes se reúnen para rendir homenaje al asesinado Pierre Gemayel

Actualizado: jueves, 23 noviembre 2006 15:05


BEIRUT, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -

Al menos 200.000 libaneses, según estima el diario 'Haaretz', se reunieron esta mañana en Beirut para dar un último adiós a Pierre Gemayel, ministro de Industria asesinado a disparos el martes junto a dos escoltas cuando se encontraban en su coche. La comitiva se convirtió a su vez en una multitudinaria muestra de rechazo a la facción prosiria del país, que encabeza el grupo chií Hezbolá.

En este sentido, Gemayel supone el sexto asesinado en los dos últimos años por sus posturas antisirias y de desocupación. El ex primer ministro Rafik Hariri fue el primero de ellos, que murió en un atentado de coche bomba en febrero de 2005.

Pocas horas antes de la llegada del féretro a la catedral de Beirut, donde a las 13:00 tiene lugar el sepelio, decenas de miles de personas se reunieron en la la Plaza de los Mártires, también en la capital, para rendirle homenaje. Hombres, mujeres y niños portaban banderas libanesas y carteles con fotos de Gemayel en las que se podía leer "queremos vivir" o "esperamos justicia".

Esta manifestación popular supone otra muestra de la bipolarización del país entre libaneses prosirios y antisirios. Numerosos integrantes en el encuentro quemaron fotos del presidente sirio, Bashar al Assad, y demás líderes políticos libaneses partidarios del régimen del país vecino. Otros llevaban una enorme pancarta con las fotos de los líderes libaneses asesinados en las que se leía: "Basta de asesinatos del régimen sirio".

Muchos de los actos de protesta fueron dirigidos hacia la figura del propio presidente libanés, Emile Lahoud, gran defensor de las relaciones políticas con Siria. De hecho, el palacio presidencial estaba custodiado por fuertes medidas de seguridad debido al temor de que manifestantes pudieran acercarse a su residencia con el objeto de pedir su dimisión.

Asimismo, Hezbolá también fue objeto de condena por parte de la multitud. Se sospecha que esta organización, cuyo brazo armado protagonizó el secuestro de dos soldados israelíes y que desencadenó la guerra entre Israel y Líbano el pasado mes de julio, está apoyada por Siria. Esta relación y la intención de la organización de derrocar el Gobierno apoyado por Occidente del primer ministro, Fuad Siniora, han provocado el clamor público contra su estructura política y militar.

Hezbolá, por su parte, ha declarado que no tiene previsto tomar medidas en los próximos días para atenuar las reacciones tras el asesinato y culpa a la coalición antisiria que gobierna el país de utilizar el asesinato para obtener réditos políticos.