MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
El responsable internacional del Partido Comunista de España (PCE), José L. Centella, anunció hoy que su partido se movilizará en oposición al nuevo Tratado para la Unión Europea y exigió que el nuevo texto se someta a referéndum para su aprobación. A su juicio, el nuevo tratado busca "nuevamente" profundizar en un modelo de Europa fundada sobre el principio "del mercado capitalista y la disminución de las protecciones sociales".
En un comunicado, Centella explicó que el PCE instará a Izquierda Unida para que traslade su petición al Congreso de los Diputados y exija allí la celebración de una consulta popular, a la vez que impulsará esta petición desde la calle con diferentes iniciativas.
Para el PCE, "los servicios públicos están en peligro, la jornada laboral se está incrementando y las formas extremas de precariedad y flexibilización laborales son implantadas en todos los países". Esto demuestra que Europa está organizada desde los intereses "de los de arriba", fruto del acuerdo entre gobernantes.
Además, según denunció, supone la merma "de cualquier control democrático efectivo en sus organismos principales", tales como el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, por lo que el PCE se opone "a este nuevo intento de consolidar la Europa neoliberal, insolidaria, supeditada a la OTAN en lo internacional y con una democracia de baja desnaturalizada". "Esta nueva propuesta continúa y profundiza en la lógica neoliberal de los tratados de Maastricht, Ámsterdam y Niza", añadió.
En este sentido, el PCE rechaza que el mercado capitalista se convierta en el pilar "fundamental" de la Unión Europea en detrimento de los derechos sociales, el derecho al trabajo "y una nueva idea del pleno empleo con derechos reconocidos". "Justo en un momento en que las pensiones, los sistemas de protección social, los servicios públicos, los bienes colectivos y los recursos naturales están amenazados en toda Europa", lamenta.
"Nos oponemos a este tratado que propone un proceso de mayor militarización de la UE introduciendo un ejército europeo subordinado y sujeto a la OTAN y el aumento de los gastos militares --continúa--. Este tratado no contempla el rechazo de la guerra como instrumento en las relaciones internacionales; rechaza la igualdad de derechos de todas las personas que viven en Europa, al margen de su nacionalidad, y por tanto condena a los hermanos y hermanas inmigrantes a la represión policial y administrativa desmedidas".
Por ello, subraya que las fuerzas de izquierda de todo el continente se posicionan "a favor de otra Europa", "social, con reconocimiento de una política exterior independiente de los intereses de Estados Unidos y con unos instrumentos de gobierno realmente democráticos".
El PCE considera que los ciudadanos deben ser los protagonistas de un verdadero proceso constituyente y reiteró la necesidad de que "puedan decidir sobre las políticas a implantar, a la vez que se garantice el control sobre las mismas desee un absoluto respeto a la democracia participativa".
Por ello, subrayan que supone "un escándalo" que se apruebe sin consultar a los ciudadanos. "Es un escándalo que ante el fracaso del anterior intento, ahora se trate de aprobar un nuevo texto evitando la posibilidad de que nuevamente sea rechazado por la ciudadanía a la que ahora se excluye definitivamente de cualquier consulta", critican.
