Actualizado 25/09/2007 14:25

Alejandro Tous, agotado tras rebasar los trescientos capítulos de "Yo soy Bea"

"ESTOY CANSADO FÍSICAMENTE, NO SE PUEDE ALARGAR TANTO LA HISTORIA", ASEGURA EL ACTOR

El mujeriego mentiroso compulsivo que dirige Bulevar 21 en la popular serie de Yo soy Bea se va ablandando por momentos pero aún nadie sabe cuándo dejara de hacer tonterías. Alejandro Tous iba para veterinario pero no le dio la nota de selectividad, se autodefine como un machaquita , trabajador incansable, trabajaba en el bar de su padre mientras preparaba oposiciones para el cuerpo de bomberos. Un buen día un amigo le llamó para que le ayudara con un cortometraje y así descubrió que podía vivir todas las vidas que quería a través de la interpretación. Quien le iba a decir que aceptando el papel protagonista como jefe de Ruth Núñez, Beatriz Pérez Pinzón, en Yo soy Bea , su vida daría un vuelco. La serie más vista de la pequeña pantalla cumple trescientos capítulos en antena y ante todo pronóstico Alejandro ya deja entrever sus ganas de ponerle fin al cuento.

-Cada vez te vas decantando por lo feo... ¿Mejor feas que guapas?

-Lo que le ha pasado a Álvaro es que siempre ha vivido entre algodones y todo lo que se le ha puesto delante se lo ha llevado... siempre ha ido a por súper modelos internacionales y Bea lo que ha hecho es abrirle los ojos y ahora a Álvaro le importa otra cosa. Bea ha hecho que si él se sienta con una mujer y no puede sacarle más de dos palabras seguidas... No le interesa.

¿Cómo estás asimilando el éxito de la serie?

-Cada vez con más calma. Las tramas van avanzando y los personajes evolucionan mucho, eso requieren más trabajo por nuestra parte. Ilusión, ganas y gratitud infinita al público que nos sigue, eso siempre. En una serie diaria no tienes tiempo de asimilar nada pero el éxito hace que se trabaje con más tranquilidad.

-¿Esperabas la repercusión que está teniendo?

-Sí, cuando me leí por primera vez un guión de esta serie me reí y eso me sigue pasando después de más de cien capítulos. Pensé que la serie podía funcionar pero jamás imaginé que daría el petardazo.

-¿Recuerdes algún capítulo con especial cariño?

-Hay una secuencia muy especial en la que nos lo pasamos muy bien y además tuvo mucha aceptación entre el público, la del baile de los corazones. Su coreografía salió en el momento porque Ruth y yo además de tener el mismo maestro después de tanto tiempo trabajando juntos tenemos mucha confianza y podemos hacer lo que queramos. Sé que haga lo que haga ella me va a responder, nos conocemos mucho. Sabíamos que podía salir algo muy divertido de aquella secuencia y grabándola el equipo estaba llorando de la risa, después con el público pasó lo mismo.

-¿Cómo habéis recibido la incorporación de Nacho (Emmanuel Esparza)?

-Yo ya le conocía, Emmanuel y yo trabajamos juntos en Negocio de familia , una serie diaria de Cana 9. Ruth y yo quisimos ser partícipes del casting que se hizo para el personaje de Nacho, lo hicimos de forma egoísta para saber que la persona que cogiésemos para formar el triángulo amoroso supiese responder con los dos. Había muchos que respondían muy bien con Bea pero resultaban flojos conmigo y viceversa. Cuando apareció Emmanuel supimos que con él no habría ningún problema.

-Nadie se explica el éxito de la serie...

-Yo tampoco. (Ríe). Pienso que es la mezcla de géneros, melodrama y comedia. A la gente le gusta llorar con lo que ve pero tampoco todo el día...

-¿Qué crees que tiene que hacer Álvaro para volver a conquistar a Bea?

-¡Emborracharla! (Risas) El problema no está en Álvaro sino que siempre hay gente alrededor que le llevan... Lo que tiene que hacer Álvaro es dejarse de tonterías y dejar de liarlo todo. Cuando me llevo el guión a casa pongo unas caras cuando leo lo que le va a pasar... Hay veces que parece todo surrealista. Álvaro lo que tendría que hacer es ser él, como en el momento en el que se enamoró de ella.

-Lleváis ya mucho con la serie... ¿Te sientes cansado?

-Si, cansado físicamente. No se puede alargar tanto la historia porque llega un punto que al espectador no puedes aguantarle más. Creo que esta historia tiene un principio y un final, no puede tardar mucho en llegar (Ríe). Estamos encantados con el éxito de la serie pero ya es una cuestión física, estamos completamente agotados. Si fuese semanal sería otra cosa, pero siendo diaria es una locura.

-¿Sabes ya lo que vas a hacer cuando acabe Yo soy Bea ?

-Algo hay, teatro y cine pero no quiero gafarlo porque ya está más que hablado que no será hasta que no acabe la serie.

-¿En ningún momento te ha llegado a asustar la fama?

-No me asusta, al éxito hay que tenerle ganas. Hace poco acabe huyendo de un grupo de chicas, tuve que salir literalmente corriendo por la calle, en otro momento de mi vida me hubiera parecido maravilloso ver a diez mujeres corriendo detrás de mi.(Ríe) No me molesta, se trata de la misma gente que nos apoya día a día y todo es gracias a ellos.

-¿Que te da más miedo: la prensa o los fans?

-Me dan más miedo los paparazzi porque puede llegar a ser peligroso, ahora mismo por ejemplo hay un coche que me persigue y cuando se llega a ese extremo te empieza a preocupar porque puede ser peligroso. Ruth tiene más problemas porque no puede salir en ningún sitio sin estar caracterizada como Bea pero yo me hago fotos con todo el mundo.

-¿Te enamorarías de una fea?

-Por supuesto, lo importante de una pareja es que puedas tanto llorar como beberte unas cañas con ella. Tienen que haber química, eso es lo importante porque para gustos los colores. Tiene que ser muy fea una persona para que me pare a apreciarlo, tenemos que tener claro que nadie nace con la tableta de chocolate en el abdomen, para llegar a eso hay que trabajar mucho. Lo importante es cuidarse para llevar una vida sana.

-¿Hay algo que se te de especialmente mal?

-Las fotos, lo paso realmente mal posando. Soy muy tímido, cuando era pequeño me bastaba oír mi nombre para ponerme rojo. Tuve frenillo hasta los catorce años, luego se me quitó pero me daba vergüenza todo.

-¿Tienes miedo de que un personaje como este te haya marcado para toda la vida?

-Hay que descansar, limpiarse mucho y sobre todo saber elegir muy bien el próximo trabajo, yo tengo claro que en los próximos cinco años no voy a volver a elegir un traje.

-¿Cuál es tu mayor virtud?

-Lo cabezón que soy, pero a veces se convierte en un defecto.

-¿Qué tipo de mujer buscas?

-De una mujer me atrae su esencia, que no esté adornada y sea de verdad.