MADRID, 27 Nov. (Portaltic) -
Un análisis de la Nest Cam, la cámara de seguridad de una de las empresas que pertenecen al conglomerado de Alphabet, determina que el aparato está siempre encendido, aunque supuestamente el usuario lo haya apagado.
El dispositivo es una cámara de seguridad para el hogar. Google compró la empresa Nest Labs a principios de 2014, y, desde entonces, una parte de los esfuerzos han sido dedicados a la creación del aparato sucesor de la Dropcam, una cámara para la seguridad en el hogar.
Un equipo de ABI Research ha abierto y realizado un análisis exhaustivo de la cámara y su funcionamiento. Según sus conclusiones, aunque la cámara esté apagada o en “modo off”, consume prácticamente la misma electricidad o energía que si estuviera encendida, lo que significa que está en funcionamiento a pesar de que el indicador señale lo contrario.
El dispositivo no tiene un botón de encendido/apagado físico, sino que, para ello, se utiliza la aplicación de la cámara. En teoría, una vez se pulsa el botón de apagar, debería de parar la captura de vídeo, pero en el análisis han comprobado que lo único que hace es reducir de 370mA a 340 mA el consumo, un especie de estado de “reposo” en el que sus componentes siguen ejecutando su labor.
Esto se debe a que el concepto de “on/off” de Nest es un tanto peculiar. “Cuando una Nest Cam es apagada desde la interfaz de usuario, no se apaga totalmente, ya que esperamos que la cámara vuelva a ser encendida en un corto periodo de tiempo”, ha explicado un portavoz de la compañía para la BBC.
Básicamente, cuando la cámara está encendida está realizando su labor de vigilancia buscando activamente movimientos y sonidos, y grabándolo; cuando está apagada, está en una especie de estado pasivo donde no graba vídeo ni está totalmente alerta, pero tampoco está totalmente inactiva.
Que la cámara esté activa no indica que el vídeo grabado se esté enviando a cualquier sitio, al igual que, de estar apaga, tampoco se debería poder acceder a esas imágenes gracias al sistema de encriptación de Nest.
Aún así, es una situación llamativa ya que, al no apagarse totalmente, el sistema de seguridad podría fallar o que la Nest Cam fuera ‘hackeada’ y que se pusiera en peligro la privacidad de los usuarios.
