MADRID, 24 Oct. (EDIZIONES/Portaltic) -
Las autoridades suecas han decidido prohibir el uso de drones provistos de cámara en lugares públicos, por ser considerados como sistemas de videovigilancia.
El Tribunal Supremo Administrativo de Suecia ha decretado que aquellos drones que tengan instalada una cámara requerirán un permiso para su uso en zonas públicas, una medida que no afecta a las cámaras de los salpicaderos de los coches o de los manillares de las bicicletas.
La medida responde a la idea de que las cámaras de drones permiten monitorizar a la gente o capturar imágenes de edificios y entornos públicos, por lo que se equiparan a los sistemas de videovigilancia.
Por el contrario, las cámaras situadas en los coches o las bicis no entrañan el mismo problema, ya que, según entiende el Tribunal Supremo, las grabaciones que puedan hacer se circunscriben al área de acción del usuario, las inmediaciones de su hogar.
No obstante, quienes hayan adquirido un dron con cámara, pueden hacer uso de este dispositivo si solicitan un permiso, como recoge el comunicado publicado en la web del Tribunal. Para este permiso, el usuario deberá pagar una tasa, aunque igualmente dependerá de que en último término se lo aprueben.
QUÉ DICEN OTROS PAÍSES
En España existe una regulación para el correcto uso de los drones, para uso recreativo. En ella se explica que los usuarios no los pueden usar en zonas urbanas, ni en áreas con alta densidad de población o con mucha gente, como puedan ser manifestaciones o conciertos. Tampoco en zonas abiertas, estilo parques playas.
Los usuarios que hayan comprado un drone para uso recreativo no necesitan en España un permiso especial, pero sí mantenerlo siempre a la vista, cuando lo pongan a volar. No pueden superar los 120 metros de altura ni alejarse más de 500 metros de donde se encuentre el dueño.
Por su parte, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos ha compartido también una serie para el correcto uso de los drones. Los drones no se deben volar fuera del alcance de la vista, ni en áreas cercanas a aeropuertos ni de avionetas, aviones ultraligeros. Tampoco cerca de infraestructuras sensibles o edificios gubernamentales. No está permitido vigilar ni fotografiar a las personas.
Lo mejor, como aconsejan, es hacerlo en áreas privadas, como en asociaciones de vuelo. En Estados Unidos, además, recomiendan al usuario que realice un curso de pilotaje remoto antes de poner en uso su nueva adquisición.
