MADRID, 14 Dic. (Portalgeek) -
Acaba de llegar a España Ludosport, la escuela de combate con sables de luz al más puro estilo Star Wars, que nació hace nueve años de la fascinación de sus fundadores con la saga galáctica que ahora regresa a los cines con El Despertar de la Fuerza. Un deporte que aspira a convertirse en profesional sin dejar de lado la parte divertida y emocionante de empuñar un sable de luz.
Ver a Qui-Gon Jinn, Obi-Wan Kenobi, Mace Windu, Yoda y Luke Skywalker empuñar sus sables y comenzar a propinar golpes contra sus adversarios mientras hacen piruetas en el aire llevó a los tres fundadores de LudoSport a desarrollar todo un conjunto de movimientos y técnicas, reunidos en siete estilos de combate, que han dado como resultado un deporte que se aleja de la coreografía de las películas.
Ludosport nació en Italia, pero en la actualidad se encuentra en países como Rusia, Francia o Reino Unido. Y ahora también en España, en la primera escuela de Ludosport que abrió en Madrid el pasado mes de noviembre, de la mano de Guillermo Serra y Ricardo Navarro.
Ludosport es un deporte creado por fans de Star Wars, pero su práctica no es exclusiva para aquellos que saben qué es un Ewok, quién pilota una X-Wing o quién es Darth Vader. La premisa es pasarlo bien, disfrutar de un deporte diferente y llegar a competir a este nivel.
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UN SABLE DE LUZ PROPIO
Los sables de luz que utiliza Ludosport han sido diseñados por los tres fundadores de la escuela específicamente para uso en la comunidad que crearon hace ya nueve años. Son similares a los que aparecen en las películas y a los que se comercializan como merchandising, pero presentan sus particularidades.
Los sables se componen de una empuñadura de aluminio y de un tubo de policarbonato. Es en la empuñadura donde se encuentra el "alma" de la espada, como han explicado Guillermo y Ricardo. Esta "alma" se compone de una batería, una placa y sensores que detectan los impactos y el movimiento. En conjunto, se trata de una empuñadura resistente y ligera, lo que facilita su manejo.
El color del sable depende de un LED integrado en la placa, que se reflecta en una cinta que recorre el interior del tubo de policarbonato. Este LED es azul en el caso de los principiantes -padawan-, y para asegurarse de que no lo cambian, usan un tipo de sable básico.
Pero aquellos que hayan conseguido llegar al nivel de Jedi pueden elegir el color que deseen, una opción disponible en el segundo tipo de sable. El color se carga directamente en la empuñadura desde un ordenador mediante USB y el portador elige la combinación de Rojo, Azul y Verde que más le convenza.
De esta forma, y según su elección, pueden finalmente seguir el camino de la luz -Jedi- o de la oscuridad -Sith-. Este último se caracteriza por el color rojo, mientras que los Jedis tienen más opciones.
Cabe destacar también que un sable solo sirve para el combate cuando está encendido, es decir, cuando brilla la luz, de otra forma se entenderá que, al igual que ocurre en las películas, no hay filo y, por lo tanto, nada con lo que bloquear o atacar. Los sables de Ludosport, en concreto, carecen de botón de encendido y, en su lugar, se encienden con la ejecución de un movimiento.
COMBATE DE SABLES DE LUZ
Los torneos de Ludosport no tienen la coreografía ni los efectos de las películas, pero eso no les resta espectacularidad. Sable en mano, los dos combatientes ponen a prueba su experiencia en un enfrentamiento que comienza una vez los filos de luz se han encendido. En el siguiente vídeo puedes ver un ejemplo de una clase de LudoSport:
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Los dos combatientes despliegan los movimientos y técnicas que han logrado dominar en su aprendizaje. Estos dependerán del nivel en el que se encuentren y, en consecuencia, de los estilos de combate que hayan logrado dominar.
Los tres maestros fundadores de este deporte analizaron cada película al detalle para diferenciar cada uno de los movimientos que los personajes realizan e identificarlos con sus homólogos en las respectivas artes marciales que inspiraron inicialmente a los creadores de la saga cinematográfica.
Un trabajo minucioso que desembocó en los siete estilos de combate que pueden aprenderse en Ludosport para convertirse en todo un guerrero en los combates con sables de luz: Sii-Cho, Makashi, Soresu, Ataru, Djsem-so, Niman y Vaapad.
Junto a los estilos, se aprende también una serie de normas que todo combatiente debe seguir en un torneo y en las mismas escuelas donde realizan su aprendizaje. Ante todo, prima el respeto con el otro, pero también con uno mismo: protección adecuada -guantes y coquilla para los chicos-; dirigir los ataques a las zonas permitidas -piernas, brazos, coronilla-.
RETAR AL NÚMERO UNO
Ludosport presenta la particularidad de que cualquiera de sus miembros, sin importar dónde se encuente o el nivel que tenga, puede retar al número uno.
Este deporte presenta una organización jerárquica que comienza con los tres fundadores en lo más alto y termina con la última persona en comenzar a practicar este deporte.
Nada se desaprovecha a la hora de adquirir experiencia; la mera asistencia a clase puntúa, al igual que aprender a dominar un movimiento o una técnica, retar a alguien o, incluso, perder un torneo. De todo se aprende. Rechazar un desafío, por el contrario, resta puntos.
Toda esta experiencia se recoge en una plataforma interna de Ludosport, donde aparecen todos y cada uno de los miembros, con sus datos, nivel y color de sable, y en donde se puede consultar el ránking internacional y los torneos de próxima celebración. Cada escuela cuenta también con su propio apartado, donde se recogen los datos de las clases, los alumnos y los instructores.
Esta organización permite conocer quién ocupa el primer puesto del ránking y a través de la misma plataforma, quien se crea con la experiencia suficiente puede retar, si quiere, a quien ostenta el número uno.
PARA FANS Y NO FANS DE STAR WARS
Es cierto que el combate de sables de luz recuerda mucho a Star Wars. No se ha ocultado en ningún momento que su origen mismo se encuentra en esta serie cinematográfica, pero eso no impide que cualquiera pueda disfrutar de un deporte que acaba de llegar a España.
