MADRID, 23 Jul. (Portaltic) -
Semanas después de que un jugador de Counter
Strike admitiera haber consumido una droga psicoestimulante junto al resto de su
equipo (e implícitamente, el resto de jugadores) durante una competición de
eSports, la Electronic Sports League ha anunciado su intención de implementar
exámenes antidopaje para descalificar a los competidores que den positivo en
pro del juego limpio.
Aunque la sombra del dopaje planea desde hace
tiempo sobre el deporte electrónico, la polémica se ha reavivado a raíz del
último caso sonado de prácticas antideportivas. El jugador Kory 'Semphis' Friesen confesó haber
ingerido Adderall, una sustancia empleada el tratamiento de la hiperactividad y
la narcolepsia, para mantener un nivel mayor de concentración y aguantar más
horas despierto durante un torneo de la Electronic Sports League, cuyo premio ascendía a
25.000 dólares. A esta confesión le siguió la de otros
jugadores de la
misma
liga,
que desde su
anonimato, también admitieron haber consumido la misma
droga.
Tras este episodio, tanto la ESL, una de las principales
organizadoras de torneos de videojuegos a nivel mundial, como la Major League
Gaming, han tomado la decisión de endurecer el reglamento para prohibir
expresamente el consumo de cualquier droga (así como el abuso de medicamentos),
y se han puesto en contacto con la Agencia Mundial Antidopaje y la Agencia
Nacional Antidoping para habilitar controles de drogas aleatorios a
los jugadores, a pesar de se requieren numerosos trámites.
El consumo de sustancias ilegales responde a los
elevados premios de los torneos, que pueden alcanzar el millón de dólares, y que
sumados al número de espectadores que acogen, genera una enorme presión en los
jugadores más jóvenes, que incluso cuentan con psicólogos en sus
equipos.