MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El colegio San Agustín de la calle Padre Damián, en el distrito de Chamartín, celebró hoy su 50 aniversario con la presencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que fue testigo del homenaje que se hizo a este centro, nacido en 1959 por el "anhelo en la zona de un colegio católico".
Así, Aguirre señaló que es un momento "de enorme alegría" para toda la comunidad educativa de Madrid y de la sociedad madrileña, al tiempo que apuntó que los agustinos "han demostrado y demuestran su compromiso con la formación de los jóvenes y niños con una apuesta por una educación humana integral dentro de los valores del cristianismo que buscan siempre la excelencia académica".
En este sentido, manifestó que cada vez son más los que quieren entrar en el colegio y que hay más peticiones que plazas en el centro que lleva el nombre de uno "de los santos más importantes de la historia de la Iglesia y uno de los pensadores más profundos de la filosofía occidental".
El colegio, que llegó a tener hasta 3.300 alumnos en la época en la que hubo mayor crecimiento demográfico, es hoy, en palabras de la presidenta, un centro con "modernísimas instalaciones remodeladas en 1998" y también cuenta con el Club Deportivo de San Agustín, "una de sus señas de identidad, y cantera de deportistas de baloncesto, balonmano y fútbol".
CRECIMIENTO RÁPIDO
Su director general, el reverendo Miguel Ángel Fraile recordó cómo el 13 de octubre de 1959 el colegio se puso en marcha con dos profesores y 42 alumnos de Primaria y su "aumento de progresión" ha sido destacado, pues al año siguiente de su inauguración tuvo 136 alumnos y en 1983 fue el colegio con mayor número de escolarizados en toda España.
Por entonces, el centro nació sobre unos terrenos "inhóspitos", considerados por entonces zona verde por Urbanismo y, según apuntó, "llenó el vacío de carencias de escuelas en los alrededores y el anhelo de un colegio católico". Actualmente, cuenta con 2.500 alumnos que estudian bajo tres valores agustinos: "la verdad, la libertad y la amistas".
El responsable del centro agustino subrayó que ahora la comunidad educativa se enfrenta a un reto en su labor educativa consistente en "ayudar a vertebrar una sociedad compleja, difícil y a veces no muy solidaria, como un desafío a las corrientes posmodernistas".
Por su parte, el delegado de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Juan Bravo, felicitó al actual equipo directivo, padres y alumnos por las 'bodas de oro' del colegio que renueva "el compromiso de la educación con los niños de Madrid, en definitiva, con el futuro". "Va a dejar una huella muy positiva de gran alcance en la ciudad", agregó.
El obispo auxiliar de la Diócesis de Madrid, Fidel Herráez, habló del futuro, "que siempre suele ser de quienes lo preparan desde el presente", y destacó que este colegio "es una previsión clara de que está orientado hacia un futuro donde unos seguirán sembrando para que den fruto otros" y con la tarea de promulgar "el evangelio".
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