MADRID, 28 Abr. (OTR/PRESS) - Sin tener nada que ver con la estrofa de la canción falangista, el PSOE organizó ayer un acto para tratar de convencer a Sánchez de que no tire la toalla, apretándose toda la militancia, bajo los paraguas, ante la sede de Ferraz.** Tal llegó a ser la dimensión de la multitud que el Comité Federal suspendió los discursos para que los dirigentes salieran a la calle a mezclarse y agradecer el apoyo. Muestra del nerviosismo que impera en la dirección del PSOE fue la intervención de María Jesús Montero, que reclamó en tono enérgico, pero de súplica "Pedro quédate". Al tiempo que razonaba que "las democracias retroceden cuando se deslegitima el resultado de las urnas".** Prácticamente todos los miembros del Comité, al margen de mostrar su absoluta solidaridad con su presidente, han seguido la estela de su carta acusando al PP y VOX de actuar con la estrategia del barro. También el presidente manchego, Garcia Page, con el tono moderado que le caracteriza, no dudó en mostrar su apoyo. Quizá lo más curioso de todas las unánimes frases de solidaridad fueron las declaraciones del ministro Oscar Puente, acusando a la derecha de dar miedo. Como si el, con su verbo vociferante y faltón, no pudiera ser acusado de lo mismo.