Colectivo Russafí se opone al "discurso catastrofista de la turismofobia" en Valencia

Turistas en Madrid
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Publicado: jueves, 17 mayo 2018 16:49

VALENCIA, 17 May. (EUROPA PRESS) -

El Colectivo Russafí ha mostrado este jueves su oposición a una ZAS (Zona Acústicamente Saturada) para el barrio y se ha declarado en contra del "discurso catastrofista de la turismofobia" ya que en la ciudad de Valencia y en el conjunto del Estado español, "el turismo no es una alternativa, es nuestra principal industria y el principal motor de riqueza y de creación de puestos de trabajo".

La entidad apuesta por "abordar un debate integral sobre la sostenibilidad del turismo en las ciudades desarrolladas" y propone
elaborar un Manifiesto Ciudadano por la Sostenibilidad Turística "que establezca una declaración de principios pero que sea capaz de proponer un plan de medidas concretas para neutralizar el impacto urbano y social que pueda generar el ocio o el turismo".

"La necesidad de neutralizar la expansión incontrolada de las viviendas turísticas, la solución inmediata de un problema menor como es el de las charangas, la puesta en marcha de campañas de promoción de las conductas cívicas pero con capacidad de intervención policial contra las conductas intolerantes e irresponsables, deben ser iniciativas que se pongan en marcha con el apoyo de todos y no en un marco de amenazas contra uno de los sectores económicos más importantes y de los que, de forma directa e indirecta, depende en buena parte la prosperidad del barrio", ha defendido.

Así lo ha indicado en un comunicado tras una reunión mantenida este miércoles de vecinos del barrio, que están trabajando "para aportar una visión transversal del barrio, teniendo en cuenta las demandas, necesidades e intereses de todos aquellos que hacen de Russafa uno de los barrios más vivos y dinámicos de Valencia".

Para el Colectivo Russafí, "vivir en Russafa es un privilegio y muchísimo más para la gran cantidad de miembros del colectivo que pueden trabajar en Russafa, a pocas manzanas de casa, algo impensable en cualquier capital europea".

"En pocos años, Russafa ha dejado de ser un barrio medio marginal, el epicentro de las whiskerías y barras americanas de Valencia, el polígono industrial de los chinos, un tablero de solares y fincas deterioradas, uno de los principales centros de tráfico de drogas de la ciudad y, todo ello, ante el muro de la vergüenza de una estación", subrayan, para destacar que en la actualidad es "un barrio vivo, bohemio y creativo con una de las mejores ofertas y actividad cultural de Valencia".

En esta línea, subraya que es un barrio "con un pequeño comercio tradicional que resiste a las agresiones de Amazon y la economía digital, junto con galerías de arte, teatros alternativos, estudios de diseño y coworking al nivel de los barrios más cosmopolitas del mundo" y ha rechazado "la permanente imagen de polémica, conflicto y malestar" que su imagen y que "no quiere una ZAS, ni el recorte abusivo de las terrazas".

Para esta entidad, "Russafa es mucho más que una zona de marcha y no quiere tener nada que ver con la penosa imagen y el recuerdo que tenemos de las zonas de Woody o de Xúquer y que todos los valencianos tenemos asociadas a una imagen de decadencia y abandono".