Actualizado 25/04/2018 16:59

Antonio Durán 'Morris': "Interpretar a Charlín en Fariña tiene una parte que no la quiero ni pensar"

Fariña
ANTENA 3

MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

Cuando Antena 3 decidió estrenarla hace dos meses -en pleno auge de la polémica por el secuestro del libro de Nacho Carretero- Antonio Durán 'Morris' tenía claro que Fariña sería un éxito. Rostro de sobra conocido en el audiovisual gallego -series como Pratos combinados y Padre Casares o cintas como A Esmorga y la más reciente Dhogs-, a este vigués de 59 años le tocó lidiar con uno de los papeles con más aristas, pero la audiencia ha encumbrado de manera unánime su interpretación. "Mucha gente que lo conoció, como el jefe de la UCO en aquellos años, me dice: 'Lo clavaste'. Yo mismo veo a Charlín en los reportajes y me veo a mí y pienso: 'Qué bien lo hicimos'", confiesa el actor en declaraciones a Europa Press.

"Tenía mis dudas de que en una cadena generalista se aceptase, por cómo se vería esto en el resto de España", reconoce Morris, quien pronto encontró a los culpables del triunfo. "Ahora lo entiendo. Cuando tú vives de cerca la realidad de unos personajes, te parecen que son normales, pero no lo son. En Galicia creamos unos personajes muy 'sui géneris', cuya forma de ser llama mucho la atención. Cuando los espectadores vean el juicio [de la Operación Nécora, al final de esta primera temporada], muchos pensarán: '¿pero esto lo escribió el guionista o fue real?'. Y fue real, por eso engancha tanto".

En los siete capítulos emitidos hasta el momento, la serie de Bambú no ha bajado de los dos millones de espectadores, con una media del 17,5% de share. El actor gallego asume el 'fenómeno Fariña' con orgullo y alegría, rememorando incluso anécdotas de estos meses. "¡En Galicia salir a la calle es jodido, eh! Tengo un problema real, que me paro en los semáforos y la gente me grita desde los coches: ¡Charlín!", relata con una sonrisa.

Sin embargo, Morris también es consciente del lado espinoso que implica tratar el narcotráfico aunque sea en la ficción. "Interpretar a Charlín tiene una parte que ni me lo quiero poner a pensar, porque este señor tiene seis hijos, no sé cuántos nietos... y tal como son y con el fenómeno que hay en Galicia... No pasó nada, ni esperemos que pase, pero como actores también debemos saber mantener esa cierta distancia y frialdad".

"ME HAN LLEGADO COMENTARIOS DE GENTE CERCANA"

"Sí me han llegado comentarios de gente cercana, algún amigo que conoce a los hijos, porque yo tengo amigos en Vilanova, Cambados... Y no sobre mí, sino que están hasta los cojones de la serie", reconoce el actor vigués. Por otra parte, también entiende que los habitantes de la comarca de O Salnés recelen del foco mediático. "Son tres capítulos los que faltan, pero en un poquito nerviosos sí que deben de estar porque cogen mucha actualidad".

El propio Antonio Durán pasó de niño en hombre en Vigo durante la movida de los 80, por lo que parte de la historia de Fariña no le resulta desconocida. "Es una historia muy atractiva. A mí me pilló con 20 años, de copas en medio de la movida, por lo que tenía mis referencias, pero no le dábamos la dimensión que tenía todo el asunto", reconoce el actor, que sigue con su carrera teatral en Galicia mientras visita Madrid puntualmente para promocionar la serie.

LO PEOR DE CHARLÍN ESTÁ POR LLEGAR

En cuanto al futuro de su personaje -"el más duro e introvertido"-, confiesa que "aún le queda alguna colleja por soltar", y anticipa que lo mejor -o lo peor- del patriarca de los Charlines está por llegar en los tres capítulos que restan. "Ahora se vuelven más violentos porque el cerco ya es en la calle. Empiezan a ser gente no querida, aparece Érguete que en su momento fue fundamental y puso el foco en ellos... Le ven las orejas al lobo", argumenta Morris.

"Es muy bonito cómo en la serie la banda sonora va cambiando, se hace menos folclórica y más clásica con el paso de los capítulos. Eso es necesario en Fariña. En su punto de partida, todo dios empatizaba con los personajes, pero la historia se va a contar entera... y esa parte falta", explica el actor acerca de la antesala del famoso juicio de la Operación Nécora.

Además, Morris valora el trabajo de todo el reparto, especialmente el de su familia en la ficción. "Nunca había trabajado con Isabel Naveira [Pilar en la serie, personaje inspirado en la hija del patriarca Josefa Charlín], y es una gran actriz. El trabajo de ese rictus cercano lo trabajamos mucho entre los dos, esa boca caída... Hay momentos acojonantes en la composición de esa familia. En Fariña se habla de Sito, Laureano... pero aquí no se habla de Manuel Charlín; se habla de 'los Charlines', que es el gran clan familiar".

POLÉMICA CON OUBIÑA Y LA TVG

Por si fuera poco con el secuestro de la novela de Nacho Carretero, la serie se vio salpicada por otra denuncia poco después de su estreno, la de Laureano Oubiña por mostrar una escena de cama de su personaje, encarnado por el actor Carlos Blanco. "Forma parte un poco del circo", asegura Morris al respecto. "Es un circo que siempre existió, y que ahora con Fariña se vuelve a poner en funcionamiento. Pero en este circo hay todo: trapecistas, payasos.. y leones. Dependiendo de de qué parte del circo tocas, te puedes echar unas risas... y en otras incluso das un paso atrás porque el rugido del león asusta un poco".

El actor también dedicó unas palabras a la polémica decisión de la Televisión de Galicia, que ante el exitoso lanzamiento de Fariña contraprogramó su serie Matalobos -también ambientada en el narcotráfico de las Rías Baixas y emitida hasta el año 2013- con el lema 'que los de fuera no cuenten tu historia'. "Me siento ofendido, muy ofendido", lamenta Morris.

"Mucha gente allí no lo aceptará pero, como industria, esta vez nos daban a la gallega la oportunidad de salir a la palestra. No cuento ciertas cosas porque asustan, pero ya estoy pagando ciertas consecuencias", asegura un intérprete que ha pasado más de media vida colaborando con la cadena pública gallega. "En vez de hacerlas sumar, confrontaron las cosas. No tiene sentido. Hay que saber competir".

SEGUNDA TEMPORADA

Por último, Morris deja clara su predisposición a una segunda temporada de Fariña... o lo que surja. "Claro que tiene futuro. Sería un proceso nuevo, que no sé desde dónde lo atacarían los guionistas, porque ahora tienes una historia que se ciñe a un proceso judicial. Me espero cualquier cosa, pero estoy convencido de que Fariña no va a terminar aquí porque es un fenómeno".

El actor vigués abre un abanico de posibilidades, aunque tampoco es partidario de "estirar el chicle", ya que "se podría tirar por tierra todo el trabajo hecho". "Ya sea una segunda temporada, una película, una miniserie más en profundidad, o si el día de mañana una plataforma lo retoma, es una historia a la que le queda mucho que contar. Estoy feliz por cómo va a terminar esta temporada y seguro de que el futuro nos dará alguna sorpresa".

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