GRANADA, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -

El último Informe de Coyuntura Económica de Caja Rural de Granada señala que la persistencia de problemas como el desempleo y las tensiones de liquidez en las entidades financieras "siguen arrojando sombras sobre el proceso de crecimiento y convergencia de Andalucía en el futuro más inmediato".

Este documento analiza la evolución de la economía española, andaluza y granadina en el primer semestre de 2011 y ofrece, en función de estos datos, las perspectivas de futuro.

El informe pone de manifiesto que si bien las perspectivas de la economía andaluza para 2011 parecían indicar en el primer semestre una cierta mejoría en relación con el año anterior, los datos recabados desde mitad de año parecen "ensombrecer" estas expectativas.

De este modo, aunque la producción puede ser superior a la del año pasado a finales del ejercicio 2011, el informe advierte de que "el crecimiento sería tan pequeño que el empleo continuaría destruyéndose y el paro aumentado, en función de lo que ocurra con la población activa".

Por tanto, el documento añade que "no se puede decir que se esté al comienzo de una recuperación, ni mucho menos al inicio de una fase expansiva, sino al borde de una nueva recesión".

Según los datos recabados por los expertos de la caja, hay pocos indicadores que permitan entrever una salida cercana a la crisis, siendo el comportamiento del sector exterior uno de los pocos elementos positivos, tanto en lo que se refiere a las exportaciones de mercancías como la evolución del turismo.

En cuanto a la producción, "sólo la marcha de los servicios permite algo de optimismo sobre la evolución de los sectores no agrarios".

Por ello, "se puede esperar que la destrucción de empleo prosiga --aunque más atenuada que en los años anteriores--" aunque la evolución de la población activa podría frenar el incremento del desempleo. No obstante, ello podría ser a costa del desánimo de los jóvenes y mujeres a participar en el mercado laboral o de la inmigración".

Por su parte, la evolución financiera muestra un clima de atonía en el comportamiento del crédito fundamentalmente y de los depósitos, y de ha visto amenazada por tensiones de liquidez y escasez de financiación, debido a una elevada incertidumbre y percepción del riesgo por parte de los inversores internacionales.

La situación parece que se mantendría, "al menos a corto plazo", lo que unido a la persistencia de los problemas antes citados pueden arrojar "sombras" sobre el proceso de crecimiento de la comunidad andaluza.