SEVILLA, 1 Dic. (EUROPA PRESS) - Andalucía abre este domingo el ciclo electoral de España con sus undécimos comicios autonómicos con un escenario muy abierto, con cuatro formaciones con un respaldo mínimo en torno al 20% según todas las encuestas, lideradas por un PSOE-A que aspira mantener el Gobierno andaluz que ostenta de forma ininterrumpida desde el acceso a la autonomía plena en 1982. La lucha por el segundo puesto, que hasta ahora siempre ha ocupado el PP-A, aparece esta vez mucho más abierta según todos los sondeos, fruto del avance de Ciudadanos (Cs) y el estreno de Adelante Andalucía, coalición que agrupa a Podemos e IULV-CA junto a otras formaciones de corte andalucista. Otro factor adicional es la posible irrupción de VOX, con encuestas que oscilan entre mantenerla sin representación en el futuro Parlamento andaluz a lograr hasta cinco escaños. De confirmarse este escenario, tan alejado de mayorías absolutas, la formación de gobierno se augura aún más complicada que tras las últimas autonómicas, cuando Susana Díaz necesitó cuatro votaciones para ser investida con el apoyo de Cs a los 81 días de los comicios, especialmente después de que durante la campaña el resto de fuerzas se hayan descartado con insistencia como posibles socios de gobierno del PSOE-A. Una de las principales claves será conocer si la suma de PP-A y Cs --y eventualmente VOX-- alcanza los 55 escaños que marcan la mayoría absoluta o si al menos superan los parlamentarios que logre el PSOE-A, lo que obligaría a Susana Díaz a buscar el apoyo de Adelante Andalucía para lograr su investidura si 'populares' y 'naranjas' suman sus fuerzas. La candidata socialista a la reelección, Susana Díaz, ha reiterado durante la campaña que su objetivo es lograr el 2D un mayor apoyo que en marzo de 2015, cuando el PSOE-A superó los 1,4 millones de votos, el 35,4% del total, aunque es posible que ello se traduzca incluso en la pérdida de algunos de los 47 escaños con que cuenta en la actualidad por efecto de los restos en algunas provincias, que beneficiaron a los socialistas hace tres años y medio. Díaz ha focalizado su campaña, muy en clave andaluza, eludiendo temas nacionales y con solo dos actos junto a Pedro Sánchez, en reclamar a los andaluces una "amplia mayoría" que impida el "bloqueo" de la Junta e incluso una eventual repetición de elecciones, ya que el Estatuto de Autonomía así lo establece si ningún candidato logra ser elegido transcurridos dos meses desde la primera votación de investidura. En el último tramo la candidata socialista ha apelado a una participación masiva para hacer frente a lo que denomina "alianza de la derecha y de la extrema derecha" entre PP-A, Cs y VOX. El candidato del PP-A, Juanma Moreno, ha centrado su campaña en presentarse como la única "alternativa real" a la continuidad del PSOE-A en la Junta frente a Cs, que facilitó la investidura de Susana Díaz en 2015 con tres años y medio de acuerdo de legislatura, y frente al riesgo de un gobierno "socialcomunista" si Adelante Andalucía da su apoyo a los socialistas como hizo IULV-CA cuando el PP-A logró ser la fuerza más votada en 2012. Moreno ha contado con amplia presencia de 'Génova' en Andalucía durante la campaña, con caravanas 'paralelas' de Pablo Casado, Teodoro García Egea y los vicesecretarios del partido. Todos los sondeos auguran un retroceso electoral del PP-A en relación a 2015, cuando repitió como principal grupo de la oposición con 33 parlamentarios superando el millón de votos con un apoyo del 26,74%. Ahora la aspiración de los 'populares' es consolidar ese segundo puesto y alcanzar la mayoría absoluta o al menos superar al PSOE-A en escaños sumando con Cs como vía para aspirar a liderar un cambio de gobierno. La candidata de Adelante Andalucía y líder de Podemos en la comunidad, Teresa Rodríguez, ha optado por una campaña "en tándem" con el coordinador general de IULV-CA y candidato a la Vicepresidencia de la Junta, Antonio Maíllo, como alternativa al 'susanismo' por la izquierda frente a la insistencia de PP-A y Cs por presentarla como posible "muleta" del PSOE-A tras el 2D. Aunque ha intentado evitar el debate sobre pactos postelectorales, Rodríguez sí ha querido dejar claro que Adelante Andalucía no será socio de un gobierno de Susana Díaz pero tampoco permitirá un gobierno de las "derechas" de PP-A y Cs. Sumando los resultados por separado de Podemos e IULV-CA en 2015, Adelante Andalucía habría logrado entonces 20 escaños (15 y 5) y cerca de 867.000 votos --el 21,75% del total--. El candidato de Cs, Juan Marín, se ha esforzado durante la campaña por desmarcarse del PSOE-A tras la ruptura del acuerdo de legislatura que precipitó el adelanto electoral, con duras críticas a la "corrupción" y el "clientelismo" socialista, y por desacreditar al PP-A como alternativa tras 36 años de oposición "en blanco" para los andaluces. Marín, que ha contado con el respaldo permanente de referentes nacionales como Albert Rivera o Inés Arrimadas y ha incluido en su discurso constantes apelaciones a la situación en Cataluña, ha llegado a anunciar que dejaría el escaño antes de permitir un nuevo gobierno de Susana Díaz y aspira a superar al PP-A para liderar juntos un gobierno alternativo al PSOE-A tras el 2D. En 2015 Cs irrumpió en el Parlamento andaluz con nueve escaños y cerca de 370.000 votos --el 9,28%-- y ahora todos los sondeos prevén que al menos duplique esas cifras. Una de las principales incógnitas de este 2D es el resultado que definitivamente obtendrá VOX en las primeras elecciones que afronta en toda España desde su ascenso en las encuestas, que le auguran al menos un 3% de los votos a nivel regional y que en algunos casos le han llegado a asignar hasta cinco parlamentarios. En marzo de 2015 la formación que en Andalucía lidera el ex juez Francisco Serrano apenas alcanzó 18.422 votos --el 0,46%-- superado ampliamente por otras formaciones extraparlamentarias como Unión, Progreso y Democracia (UPyD) --1,93%--, Partido Andalucista (PA) --1,52%-- y Partido Animalista contra el Maltrato Animal (PACMA) --0,8%--. Además de la clave estrictamente andaluza, la cita del 2D tiene una inevitable lectura en clave nacional al ser la primera convocatoria electoral desde la llegada de Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno tras la moción de censura que desbancó a Mariano Rajoy y para el nuevo PP liderado por Pablo Casado. Precisamente el PP, con Pablo Casado al frente y hasta tres caravanas 'paralelas' a la de Juanma Moreno con presencia de dirigentes de 'Génova', y Cs, con reiteradas presencias de Albert Rivera e Inés Arrimadas, son las formaciones que más se han empeñado una campaña en clave nacional, apelando especialmente a Susana Díaz a pronunciarse sobre materias como la situación en Cataluña, el Brexit y Gibraltar o los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Frente a ello, Pedro Sánchez sólo ha coincidido en dos mítines con Susana Díaz y los ministros desplazados a la campaña andaluza no han compartido actos con la candidata a la reelección. Del mismo modo, Pablo Iglesias sólo ha participado junto a Alberto Garzón en tres actos con Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo, que también han recibido el apoyo presencial de otros dirigentes como Íñigo Errejón.
