GRANADA 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, señaló hoy que se ha registrado un descenso en los casos de violencia contra mujeres y un incremento de las denuncias por este motivo, "elementos fundamentales" para erradicar esta lacra, si bien aludió a un aumento de la intensidad de las agresiones por parte de los maltratadotes.
Lorente indicó a hoy a los periodistas en Granada, donde acudió para inaugurar unas jornadas, que en España 1,5 millones de mujeres han sufrido violencia de género por parte de su pareja en algún momento de sus vidas, mientras que en el último año la padecieron unas 400.000, lo que, dijo, supone un descenso respecto a años anteriores.
Añadió que el número de denuncias presentadas por este motivo, 81.000 en 2007, supone un incremento del 16 por ciento respecto al año anterior, si bien matizó que desde su departamento "son conscientes de que aún queda mucha violencia de género por denunciar".
El delegado del Gobierno para la Violencia de Género explicó que se ha incrementado la intensidad de la violencia ejercida por parte de los agresores, al haberse registrado un incremento de los crímenes por arma blanca, traumatismo o estrangulación, "que exigen un contacto prolongado con la víctima", frente a los cometidos con arma de fuego, "más distantes".
"Según los estudios de las sentencias judiciales, el número medio de puñaladas utilizado para acabar con la vida de las mujeres pasó de 16 en 2002 a 28 en 2006, lo que es muy significativo".
En este sentido, argumentó que los agresores reaccionan frente a todo aquello que cuestiona su posición de privilegio frente a las víctimas, por lo que "muchos de ellos están actuando de forma más intensa en el uso de la violencia como respuesta a la actual transformación social".
Hizo extensible esta valoración en lo que respecta al incremento de suicidios registrados entre los agresores, lo que a su juicio, refleja "ese rechazo de la sociedad, esa sensación de que no van a ser comprendidos por su entorno más cercano".
Sin embargo, Lorente subrayó la importancia de analizar la violencia como un problema social que evoluciona desde que surge como una imposición de aislamiento hacia la mujer y que termina en algunos casos en forma de homicidio.
"Es fundamental ese análisis de continuidad para poder atajar la violencia antes de que llegue a su última manifestación", según comentó Lorente, que abogó por "incluir a los hombres en las políticas de igualdad", para que se incorporen a este discurso desde un papel activo y se impliquen en la prevención de la violencia de género a través de su propia conducta.
Recordó que la violencia de género nace de los valores culturales que hay en la sociedad y que llevan a muchos hombres a legitimarse en el uso de la violencia para imponer sus criterios y, aunque aseguró que hay una modificación en esas pautas, consideró que "hay que seguir trabajando en la concienciación, ya que el nivel de sensibilización frente a la violencia "es muy bajo", del 2,7 por ciento según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas.
Abogó por la "tolerancia cero" frente a los maltratadotes y destacó la necesidad de que la sociedad se posicione frente a este asunto e identifique al agresor como responsable del problema, de modo que la violencia de género "no quede escondida o justificada" por las circunstancias, que, a su juicio, "es lo que ha ocurrido hasta ahora".