Córdoba.- El obispo pide que no se defraude a Hacienda y que el desacuerdo con el destino del dinero se exprese votando

Actualizado: jueves, 24 abril 2008 13:46

Asenjo espera que también "los no creyentes" pongan la cruz en el casilla de la Iglesia Católica de su declaración de renta

CÓRDOBA, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -

El obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, ha pedido en una carta pastoral, centrada en la campaña con la que la Iglesia demanda el apoyo de los contribuyentes en su declaración de la renta, que no se defraude a Hacienda, aunque no se esté de acuerdo con el destino que el Estado da al dinero recaudado, porque tal desacuerdo se puede expresar en las urnas.

En la carta, a la que ha accedido Europa Press, Asenjo afirma que defraudar a Hacienda es un "comportamiento censurable", ante el que no está justificada "la inhibición, la mentira o la ocultación, como tampoco lo justifica el posible desacuerdo con el destino que las administraciones dan a parte de las cantidades que recaudan. Para manifestar nuestra disconformidad tenemos otros caminos, fundamentalmente el voto en las distintas elecciones".

En este sentido, Asenjo recordó que, "a partir del próximo 2 de mayo y hasta finales de junio, estamos convocados a presentar la declaración de la renta. Contribuiremos así, cada cual en proporción a sus ingresos, al bien común y al funcionamiento de los servicios públicos que el Estado nos presta".

En consecuencia, "pagar los impuestos es un deber ciudadano" y para "los cristianos es un deber moral y de conciencia", pues, con una "contribución económica justa y veraz, estamos propiciando la redistribución de los bienes de la tierra y ayudamos a los más pobres, que de otra forma no podrían disfrutar de las prestaciones públicas imprescindibles".

De igual modo, el obispo de Córdoba subrayó que la liquidación anual de los impuestos "brinda la oportunidad de ayudar a la Iglesia, marcando con una crucecita la correspondiente casilla del impreso de la declaración. Con ello, expresamos nuestra voluntad de que una pequeña parte de nuestros impuestos, el 0,7 por ciento desde este año, se destine a la Iglesia Católica", aclarando Asenjo "poner la crucecita no supone pagar más impuestos" y pidió que se haga "incluso en el caso de que la declaración resulte a devolver".

Además, según señaló Asenjo, "existe la posibilidad de marcar simultáneamente la casilla destinada a 'otros fines sociales'. En este caso son las ONGs para el desarrollo las destinatarias del mismo porcentaje que percibe la Iglesia, y entre ellas se encuentran muchas organizaciones católicas que trabajan al servicio de los más pobres".

TAMBIÉN "LOS NO CREYENTES".

Por otro lado, al margen de hacer llegar este mensaje a los católicos, el obispo de Córdoba se dirige "también a los no creyentes o no practicantes que valoran el trabajo de la Iglesia al servicio del hombre", pidiéndoles, "con humildad y confianza", que marcen "con una cruz la casilla destinada al sostenimiento de la Iglesia".

Asenjo precisó igualmente que, "a través de este sistema, no es el Estado el que financia a la Iglesia, sino los contribuyentes que libremente lo deciden a través de sus impuestos, y hay muchas razones para tomar muy en serio esta responsabilidad".

En este sentido, Asenjo argumentó que "es verdad que la Iglesia es una institución espiritual en su origen, en su fin y en los medios de los que se sirve para alcanzar su fin, pero es también cierto que necesita medios económicos para cumplir su misión", y la Diócesis cordobesa "necesita medios para retribuir a sus sacerdotes, asegurar el funcionamiento de los seminarios, la Curia y los servicios pastorales, ayudar a las misiones, servir a los pobres, a los enfermos, a las personas que viven en soledad, a los jóvenes, a los niños, a los ancianos y a las familias", además de "cuidar su patrimonio artístico y construir nuevos templos".