CÓRDOBA 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
El jefe de obra de la rehabilitación del asilo municipal de Campo Madre de Dios, en Córdoba, donde murió un trabajador el 1 de octubre de 2003, afirmó hoy durante su declaración en la vista oral que él obedecía a la dirección técnica.
El acusado manifestó que la obra se hizo según la memoria del proyecto y que una vez por semana pasaba la dirección técnica para revisar. El suceso se produjo durante la construcción del forjado de la primera planta del asilo municipal cuando se debilitó la estructura de uno de los muros de carga.
El fiscal asegura en su calificación que no se habían adoptado medidas de seguridad, como el apuntalamiento, que podía haber garantizado la estabilidad del muro, teniendo en cuenta además que días antes había llovido mucho. Por este motivo, el muro sobre el que se hacían las obras de rehabilitación se cayó y atrapó al gruísta, que falleció, y causó lesiones a otros cuatro trabajadores.
Sin embargo, el jefe de obra aseguró hoy que el muro tenía resistencia segura para trabajar sobre él y que existían dos informes que aseguraban que se podía hacer el trabajo así, por lo que no podían pensar que eso se iba caer de alguna manera.
Asimismo, y puesto que en días anteriores al suceso había llovido bastante, el procesado señaló que el encargado no vio la necesidad de tomar otra decisión por este motivo y consideró que una razón por la que se podría haber caído el muro es porque la carga de la grúa cayó sobre él.
Por estos hechos, el fiscal solicita penas que suman nueve años de cárcel para tres de los cinco imputados: el arquitecto que estaba encargado del proyecto de esa obra, el arquitecto técnico que era el coordinador de seguridad en la actuación y el jefe de obra. El ministerio público solicita tres años de prisión a cada uno de ellos y los acusa de un delito de homicidio por imprudencia, además de pedir la suspensión de empleo y cargo público por el tiempo de condena.
Además, el fiscal imputa al representante legal de la subcontrata y a un segundo coordinador de seguridad de la rehabilitación del asilo por una falta de imprudencia leve con resultado de muerte, penado con 600 euros de multa. Esta obra fue encargada a la empresa municipal Procórdoba, que a su vez lo adjudicó a la empresa Ros Zapata, y ésta subcontrató a otra.