Villalobos valora la "flexibilidad" del nuevo decreto de actividades recreativas para su adaptación en cada municipio

SEVILLA 4 Ago. (EUROPA PRESS) -

Después de que el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobase el pasado martes el decreto que regula las modalidades y condiciones de espectáculos públicos, actividades recreativas y establecimientos públicos, así como los horarios de apertura y cierre, el presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), Fernando Rodríguez Villalobos, ha valorado que dicha normativa permita que los ayuntamientos tengan "flexibilidad y márgenes de regulación" para adaptar la aplicación de esta norma a sus singularidades.

El nuevo texto, que simplifica y actualiza diversas normas autonómicas vigentes durante más de 15 años, recoge las principales demandas municipales, empresariales y vecinales en relación con la incorporación de formatos más flexibles adaptados a las especiales características estacionales y culturales de esta comunidad autónoma, según el Gobierno andaluz.

Con su aprobación, se actualiza así el marco normativo vigente que regula el ejercicio de estas actividades de ocio y esparcimiento, su régimen de funcionamiento y lugares donde desarrollarlas en nuestros municipios, contribuyendo a clarificar el ejercicio de las competencias que sobre esta materia ostentan la Comunidad autónoma y los gobiernos locales andaluces.

En ese sentido, el presidente de la FAMP ha expuesto que su entidad ha estado "muy involucrada" en todo el proceso de elaboración de esta norma, en colaboración con la Consejería competente, dada la incidencia que tiene en la gestión diaria de los asuntos propios de la Administración Local. Así, ha destacado que "se ha logrado un instrumento útil en la gestión municipal de este ámbito donde está implicado un amplio y variado colectivo de agentes económicos y sociales, que ha de conciliar los derechos de ocio y de descanso de la población".

Villalobos valora "especialmente" la capacidad que recoge el nuevo decreto para que los ayuntamientos puedan tener "flexibilidad y márgenes" de regulación para adaptar la aplicación de esta normativa a sus singularidades, dada la gran diversidad existente en ámbitos tan dispares como los municipios de interior, costeros o de gran afluencia turística, entre otros.